La
lepra es una enfermedad crónica infecciosa, pero con temprana detección y tratamiento adecuado es totalmente curable,
indicó la Coordinación de Información y Análisis Estratégico de la Delegación
en Guerrero del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Al
conmemorarse este 24 de enero del Día Mundial de la Lucha contra la Lepra –o
enfermedad de Hansen-, el IMSS en la entidad informó que este padecimiento es
difícil de adquirir, ya que sólo cinco de cada 100 personas que se exponen al
microbio que la causa (Mycobacterium leprae), la desarrollan en algún momento
de su vida.
Esta
enfermedad se caracteriza por un largo proceso de incubación que
generalmente es de años y afecta sobre todo al sistema nervioso periférico y
piel, además puede afectar otros órganos y en ocasiones es sistémica.
“Afecta sólo a una proporción de
individuos susceptibles y presenta un espectro muy amplio de acuerdo a la
respuesta inmunológica del paciente, explicó el coordinador de esta área, Ángel
Bustos Estrada, quien agregó que no existe vacuna eficaz para su prevención.
Puede considerarse como caso
probable de lepra cualquier persona con manchas hipo-pigmentadas, rojizas o
cobrizas con trastorno de la sensibilidad, o bien placas infiltradas, nódulos
(quistes), infiltración difusa, úlceras, o zonas con trastorno de la
sensibilidad sin lesiones dermatológicas.
La
vía de transmisión más probable de la lepra
parece ser la respiratoria, al inhalar gotitas de flügge -pequeñas gotitas de saliva que se
emiten al hablar, toser o estornudar y que sirven de transporte para los
microorganismos que se hallan en las vías respiratorias; actúan de vehículo de
contagio de enfermedades infecciosas-, o bien por contacto con úlceras o
nódulos abiertos en un paciente multibacilar sin tratar, los bacilos penetran
en el cuerpo humano por la piel alterada, vía oral, vía respiratoria, membranas
mucosas o inoculaciones.
Existen varios tipos de lepra: Lepromatoso, (multibacilar) lesiones
dérmicas caracterizadas por máculas, pápulas, nódulos, sistémicas, numerosas,
extensas y progresivas, con abundantes bacilos.
Lepra tipo tuberculoide, (paubacilar) lesiones
dérmicas localizadas, escasas, hipoestésicas o anestésicas, hipopigmentadas o
rojizas, regresivas, afecta nervios periféricos, sin bacilos demostrables.
Lepra grupo dimorfo, que se
refiere a lesiones histológicas de los dos tipos existentes y clínicamente
semejante al tuberculoide, con o sin manifestaciones neurológicas; sin o con
escasos bacilos, corresponden al borderline o limítrofe.
Lepra grupo indeterminado,
que son lesiones cutáneas hipopigmentadas y afectación neurológica; sin o con
escasos bacilos aislados, pude evolucionar hacia las formas antes descritas.
Las
reacciones de la lepra son inflamaciones locales o diseminadas, causadas por el
sistema inmunológico ante la presencia de antígenos de bacilos que pueden estar
vivos o no. Son cuadros agudos que interrumpen la evolución crónica de la
lepra.
Son
la causa principal de lesión nerviosa y discapacidad. Pueden ocurrir antes,
durante y después del tratamiento, su aparición es favorecida principalmente
por la medicación específica que destruye el material bacilar y deben recibir
tratamiento inmediato. Existen dos tipos de reacción.
La
reacción tipo I, se presenta en los primeros meses de terapia en los casos
lepra dimorfa tuberculoide (BT), consiste en una agudización de las lesiones
preexistentes y neuropatía. La reacción de degradación ocurre en los casos
lepra dimorfa lepromatosa (BL) no tratados o en los que han interrumpido el
tratamiento.
La
reacción tipo II se presenta en los casos lepromatosos y se caracteriza por
periodos agudos denominados reacción leprosa, manifestados por síndrome febril,
cefalea, malestar general, artralgias (dolor de articulaciones) y neuritis de
varios nervios, todo este cuadro acompañado por alguno de los tres síndromes
cutáneos: eritema nudoso, eritema polimorfo o eritema necrosante.
Bustos
Estrada reveló que el IMSS en la entidad registró en 2011 únicamente tres
derechohabientes con la enfermedad, quienes fueron adecuadamente tratados y se
encuentran en total recuperación gracias a la detección e intervención médica
oportuna de nuestros especialistas.
“La lepra es una enfermedad curable. Si
se trata en las primeras fases, se evita la discapacidad. El tratamiento puede
durar en promedio de 6 a 12 meses dependiente del tipo”, insistió el
especialista.
Mencionó que las acciones preventivas
es acudir con su médico familiar ante la aparición de los síntomas antes
referidos, y de comprobarse el diagnóstico, el derechohabiente será
inmediatamente canalizado al área de especialidad médica correspondiente.
El coordinador de esta área del
Instituto, aclaró que los tratamientos para estos pacientes son proporcionados
por la Secretaria de Salud a través de las Jurisdicciones Sanitarias, ya que
estos procedimientos son proporcionados por la Organización Panamericana de la
Salud (OPS).
El
Instituto Mexicano del Seguro Social en Guerrero tiene acciones permanentes de
prevención y control de la lepra, con el objetivo real de romper cualquier
cadena de casos de este padecimiento infeccioso entre los derechohabientes, es
decir, se busca erradicar en su totalidad del estado.