- El sodio en exceso ocasiona sobrepeso, lo que obliga a hígado, riñones y corazón a trabajar por encima de sus niveles normales
- Altas cantidades de glucosa generan daños en riñón, corazón, ojos, nervios y páncreas, así como creación de desechos que entorpecen y envejecen las células
La
sal y el azúcar son necesarios para el buen funcionamiento del
organismo: la primera es útil en el mantenimiento de la presión de la
sangre y de los fluidos extracelulares y el segundo proporciona la
energía que el organismo necesita para trabajar adecuadamente.
Sin
embargo, ingerir en exceso estos nutrimentos puede traer diversas
complicaciones en corazón, riñones y la microcirculación, además de
estar ligados a padecimientos crónicos, advirtió Rebeca Milheim López,
nutrióloga del Hospital General de Zona (HGZ) 1-A “Doctor Rodolfo
Antonio de Mucha Macías”, del Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS).
En
México, señaló, algunas personas llegan a consumir hasta 11 gramos de
sal al día; es decir, más del doble de la recomendación de cinco gramos.
Respecto al azúcar, la porción ideal varía de acuerdo con la condición y
estado de salud de cada persona; no obstante, es común que la población
se exceda en el consumo de la misma.
Por
ello, dijo, se ha incrementado el número de pacientes que presentan
enfermedades degenerativas como hipertensión y diabetes, padecimientos
que además se registran a edades cada vez más tempranas.
La
nutrióloga del IMSS explicó que el excesivo consumo de sal puede
ocasionar retención de líquidos, lo que conlleva aumento de peso; esto
obliga a hígado, riñones y corazón a trabajar por encima de sus niveles
normales. Tiene repercusiones importantes sobre el sistema
cardiovascular, ya que el consumo desmedido de sodio eleva la presión
arterial y ocasiona enfermedades renales, hepáticas e insuficiencia
cardiaca.
Milheim
López detalló que ingerir grandes cantidades de azúcar de forma
prolongada da como resultado altos niveles de glucemias, condición que
al mantenerse por mucho tiempo, puede causar daños en riñón, corazón y
ojos, entre otros órganos.
Asimismo,
mencionó que los elevados niveles de azúcar en la sangre resultan ser
la principal causa de la hipertrigliceridemia, que se refiere a la
alteración de las grasas o lípidos del organismo y aumenta el riesgo de
padecer enfermedades cardíacas.
Por
ello, la especialista recomendó a la derechohabiencia acudir a los
módulos de PrevenIMSS para recibir orientación sobre las cantidades
idóneas de consumo en sal y azúcar de acuerdo con su estilo de vida.
En
las Unidades de Medicina Familiar del IMSS se encuentran los
Departamentos de Nutrición y Dietética, donde los derechohabientes
recibirán una dieta personalizada y orientación sobre su estado de
salud, puntualizó.