Perturbada por el estado físico de la señora Hyaraced Osorio Sánchez, después de haber sido salvajemente golpeada por el ebrio consuetudinario Víctor Manuel Medina Ventura, la comunidad guerrerense exige al Procurador de Justicia en el Estado de Guerrero, Iñaki Blanco, solo aplique la justicia; y, que por primera vez en su existencia como abogado, se ponga a trabajar seriamente.
Justicia, pago por los daños a los pequeños hijos, así como asistencia psicológica a la madre de la afectada; y, que como en la literatura del escritor italiano, Giovanni Papini, el golpeador, se deslice al despeñadero más alto de Guerrero; y se aviente, si tanto valor tiene, al vacío, para que demuestre su hombría, el canalla.