sábado, 28 de junio de 2014

Con Buena Intención AGUA POLÍTICA Por Juan Manuel Millán

El desarrollo económico de más de 5 millones de guerrerenses, estimado para los próximos 50 años, dependerá en gran medida de la disponibilidad de agua potable en la cuenca del Río Papagayo.
JUAN MANUEL MILLÁN
Su afluente caudaloso que se mantenía casi permanente, imponente y limpio durante el periodo de lluvias, ya no es una garantía para los próximos años, por los efectos provocados por la deforestación en la zona boscosa donde se encuentran los borbollones que alimentan el caudal.
El parámetro para medir las condiciones técnicas de disponibilidad del vital líquido en la cuenca del río, se realiza en cada periodo de estiaje y sus resultados son negativos y preocupantes; pero no son un secreto, los tiene disponibles la CONAGUA y la CAPAMA, pero simplemente a las autollamadas organizaciones defensoras del medio ambiente o partidos ecologistas, no les preocupa la deforestación ecológica en la zona de la Providencia y Omiltepec, por donde nacen esos importantes borbollones que bañan la cuenca.
Y es que la disponibilidad de agua potable para los próximos años, no solamente es una prioridad para que se continúe atendiendo el turismo que visita al puerto de Acapulco, el cual depende en más de un 95 por ciento del Río Papagayo y escasamente de la deteriorada tubería del manantial El Chorro.
Los municipios colindantes de Juan R. Escudero, San Marcos, Coyuca de Benítez y Chilpancingo, ya recienten los efectos del cambio climático y cada vez son más las toneladas de piedras y lodo que se desgajan de los cerros, como ocurrió con los lluvias del año pasado.
Independientemente de que sea viable o no el proyecto hidroeléctrico de La Parota, que a raíz de la detención del vocero de la CECOP, Marco Antonio Suástegui,  volvió a tocarse como una posibilidad de inversión de la administración federal; lo cierto es que a pesar de la apertura del sistema de agua potable en Lomas de Chapultepec, con  mil 500 litros por segundo, la carencia del vital liquido en las colonias del antiteatro y parte media del puerto de Acapulco, casa vez es más recurrente.
Por otra parte, el alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto no ha dado muestras de querer atender la problemática de la red de agua potable, como se lo pidió el presidente Peña Nieto, luego de destinar importantes recursos para la recuperación del sistema dañado por las tormentas Manuel e Ingrid.
Tampoco se ha fajado los pantalones para atender la problemática social en los Bienes Comunales de Cacahuatepec; y como en todo asunto delicado que ocurre en Acapulco y se pone en juego su imagen,  se deslinda argumentando que no le corresponde.
El señor Walton  ya está en campaña política, sobre todo los fines de semana y sería inútil pensar que pronto toque el tema; por ejemplo, sobre el establecimiento de una tarifa justa, que le permita a la CAPAMA dejar de depender de otras instancias de gobierno para su subsistencia, lo que asegura que dejará una bomba de tiempo a la siguiente administración municipal.
Lo cierto es que durante los 4 meses de estiaje, son intensas y permanentes las maniobras para acercar el escaso “arroyito” del Río Papagayo, hacía la bocatoma de CAPAMA, mientras que en los aproximadamente 5 meses de la temporada de lluvias, la turbiedad no permite potabilizar el agua en la planta de El Cayaco, de manera que se limitan las operaciones de los sistemas Papagayo 1, Papagayo II, y actualmente al sistema Lomas de Chapultepec.
Por lo pronto, el desarrollo económico de Guerrero, está sujeto al capricho de un pequeño grupo de chantajistas, como el vocero de la CECOP, y en un futuro muy inmediato, los actuales sistemas operativos podrían resultar insuficientes para abastecer la creciente demanda del puerto de Acapulco.
Es necesario que los aspirantes a la presidencia municipal de Acapulco, se comprometan a entrarle al proyecto que le permita al puerto garantizar el agua potable, al menos, para los próximos 50 años, y presentar a la ciudadanía un plan para atender las deficiencias del  organismo operador del agua potable.

En tanto se decide sí es viable o no el proyecto de inversión de la presente administración federal en “La Parota”; es conveniente conformar una comisión ciudadana que defienda los intereses de las familias de los Bienes Comunales de Cacahuatepec, buscando el pago de una indemnización justa, y que se garantice, entre otras cosas, la disponibilidad del agua, generación de energía eléctrica, empleos y el desarrollo de proyectos ecoturísticos en esa zona, para los próximos años.