jueves, 10 de diciembre de 2015

HECHO EN OME MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ GONZÁLEZ., Por Karmelynda Valverde

Hijo natural de los finados Efrén López López Moctezuma y Cristina González Salinas, nació en Ometepec, en el Barrio de la Guadalupe.
·         Su familia materna con la que se crio era de pobreza extrema.  Miguel Ángel comenzó a trabajar a los 8 años de peón y vendiendo paletas.
·         Estudió hasta el segundo de Secundaria en el Bello Nido y con la ayuda de su amigo Joel Zapata Montalván se fue a  Orizaba donde la concluyó.
·         Estudió en la Escuela Náutica de Veracruz, donde se tituló como Piloto Naval e Ingeniero Geógrafo.
·         Hizo la Carrera de  Capitán de Altura en los barcos de Transportación Marítima, a bordo de los cuales recorrió todos los mares y océanos del mundo, durante 15 años, aunque su Carrera pilotando barcos fue de 30 años. Cuando su Carrera de Piloto Naval terminó, se dedicó a realizar salvamentos de barcos hundidos.
·         Actualmente está retirado y dedica su tiempo libre a escribir y ha publicado varios manuales y libros técnicos, y obras como ‘’El Hombre, La Mar y Los Barcos’’ y ‘’Bitácora del Capitán’’.
·         Está casado con Norma Pérez Morales,  con quien procreó tres hijos, Miguel Ángel, Fernando y Norma del Carmen, todos ellos con Carreras universitarias.
·         Tiene dos nietos, hijos de su hijo Fernando, que son su mayor adoración: Valentina  de 11 años y Santiago de 8.

Karmelynda Valverde
México, D.F.

Nació en Ometepec el 15 de mayo de 1934, en el Barrio de La Guadalupe. Su papá fue don Efrén López López Moctezuma y su mamá Cristina González Salinas ‘’fui hijo fuera de matrimonio, a los días que nací, mi papá se fue a Acapulco y a los 4 años murió, así que no lo conocí, no tenía ni idea de cómo era. Yo estudié la Primaria en Ometepec en El  Porvenir Social ya luego entré a la segunda generación de la Secundaría donde estudié dos años de Secundaria. Mi familia materna era una familia muy, muy, muy pobre. De la época en la que no había escuelas, mi mamá y sus hermanas no estudiaron porque no tuvieron escuelas o no pudieron estudiar. A los 8 años tuve que comenzar a trabajar como peón de albañil, también iba a las milpas…luego comencé a vender paletas de la Yoli que estaban ahí en la avenida principal….en mi infancia conocía a toda la gente pero no tenía yo idea de la barrera que había entre pobres y ricos…..descalzo hasta los 15 año…de Ometepec  salí a los 16 años y me voy a una Secundaria de Orizaba, Veracruz’’.
Su entrañable amigo y paisano ometepequense, Joel Zapata le había conseguido la entrada a un internado que estaba en Atlacomulco pero Miguel Ángel llegó tarde y ya no alcanzó inscripción, por lo que fue enviado a Orizaba para ver si ahí lograba entrar ‘’Ahí me quedé y terminé el tercer año y ya de ahí me fui a Veracruz y entré a la Escuela Náutica, que era una escuela de paga pero se pagaba muy poco, lo que salía caro eran los uniformes; había que  tener  uniforme blanco  para el diario, uniforme caqui de diario, overol, traje de baño, traje de gala blanco, traje de gala negro…entonces llegué y tuve la suerte de agarrar una placita de velador ahí mismo en la escuela y trabaje 5 años de velador, de ahí también  pagaba la colegiatura y tenía donde dormir’’.
Estudió 5 años en la Escuela Náutica y cuando termina se va a hacer las prácticas a bordo de los barcos durante 18 meses, luego de lo cual regresa a la escuela y presenta su examen profesional y se titula de Piloto Naval e Ingeniero Geógrafo ‘’A partir de ahí comienzo a buscar trabajo y anduve en los barcos de allá  del Pacífico 7 años, de oficial, primer oficial, segundo oficial…luego fui Capitán de dos barcos chicos y cuando se forma Transportación Marítima Mexicana, me toca ir de planta ya a través del Sindicato. Llegué de tercer oficial, de segundo, de primero y ya luego me quedé de Capitán; hice la Carrera de Capitán en los barcos de Transportación Marítima donde estuve 15 años’’.
7 años después de haber terminado su Carrera conoció a Norma Pérez Morales, una bonita veracruzana quien le robó el corazón y contraen matrimonio, estableciéndose ahí en Veracruz, donde nacieron sus tres hijos: Miguel Ángel, Fernando y Norma del Carmen.  ‘’Mi esposa se quedaba a cargo de los hijos porque yo me embarcaba y regresaba hasta después de un año, para estar con ellos 15 días. Hubo una vez en que no vine en tres años…y nos comunicábamos al principio por cartas’’.
En sus largas travesías como Capitán de barcos de carga, Miguel Ángel comenta que a pesar de la gran responsabilidad que esto representaba, siempre se las arreglaba para hacer un poco de turismo ‘’Antes de la era del contenedor a los barcos les llamábamos de carga general, o sea que llegábamos a un puerto, a Tokio por ejemplo y entre la descarga y la carga nos llevábamos  unos 4 o 5 días, entonces normalmente a las 5 de la tarde ya no se trabajaba porque era muy caro el tiempo extra de los estibadores y ya como Capitán tú tienes la responsabilidad del barco las 24 horas del día …pero se da uno sus mañas y salía yo a comer, salía yo a pasear, a conocer… me iba a conocer la  ciudad, traía yo siempre una camarita y tomé miles de fotos y mi mujer no se si las perdió pero tengo todos los negativos. En cada puerto teníamos un representante que paga la compañía, te lleva con el médico, te lleva la correspondencia….entonces iba yo a la agencia, iba al Consulado, iba a la Embajada por obligación ¿eh? Y a presentarle el diario al Embajador, nos invitaba a comer. Yo viví una vida preciosa en los barcos’’.
Entre los lugares que recorrió confiesa que el que más le impresionó ha sido Rotterdam ‘’Es  un lugar de Europa del Norte, de Holanda, en los países bajos, toda la costa tiene como una especie de bardas, entras por el Río Elba y una vez que ya te estás acercando al puerto entras con puras esclusas, son puertos artificiales. Por ejemplo llegas, te suben o te bajan de acuerdo a la marea para entrar a los muelles. Así está Bremen, así está Hamburgo, así está Alejabe, porque hay unas mareas de 10 o 12 metros. Por ejemplo baja la marea y te baja 12 metros y sube la marea y estás 12 metros arriba; entonces ya en  la bahía que controla la esclusa, está permanente la altura. Londres es igual, entras a Kilbury’’.

Recorrió todos los mares y océanos.  Conoció ciudades y puertos  de los 5 continentes, pero su corazón siempre estuvo en Ometepec ‘’Lo que me mantuvo fuerte en esa época fue el recuerdo de mi vida en Ometepec. Me gustaban mucho  las fiestas que hacían de los casamientos, las fiestas patronales, los velorios…me encantan por los tamales, me muero por las picaditas, el mole, el estofado. Toda mi vida la relacionaba yo con Ometepec. Por ejemplo, estaba yo en el  puente de mando en la noche, me sentaba yo por ahí de la una o dos de la mañana y lo que venía a mi mente era lo que había vivido yo  en Ometepec, mis vivencias…cuando quería yo evadirme, me acordaba yo de La Hontana, de la gente, del queso fresco, de los ticasos.  Toda mi vida he tenido en la cabeza a mi región. Cuando uno está en el mar en una larga travesía, vives las 24 horas pendiente de los boletines meteorológicos. Salíamos de Ensenada directo a Japón…doce días, trece días catorce días, quince días, dependiendo si tenía buen tiempo, si había que esquivar un tifón.  Estás pendiente de todo eso, de la comida, de que la tripulación esté bien….¡35 elementos de 4 sindicatos! Incluso el más tonto es líder. Sí tiene buen tiempo vas feliz, comes  bien…si tienes mal tiempo hay marejadas, lluvia, otro día niebla…llegas a Japón y miles de barcos que convergen. Para el Atlántico Norte tormento chino, ya que subes arriba de las Islas  Azores: niebla, mal tiempo, lluvia, días en que no ves el sol…aparte en invierno no hay sol en Europa del Norte. Entras a puerto y te encuentras un frío de 20 grados.  
En el 2008 le pronosticaron cáncer de próstata y el diagnóstico que le dio el doctor era alarmante, fue operado y le recetaron un tratamiento a base de unas inyecciones que le aplicaban en la pierna ‘’Yo  fui feliz en los barcos…yo fui el primer Capitán mexicano que le dio la vuelta al cabo de La Esperanza….salimos de Rotterdam, pusimos combustible en Durban, África del Sur, Hong Kong, Shanghai y regreso a Veracruz, volví a Panamá, luego a Canadá y de ahí a Argentina y pensé  que era posible escribir y quise poner ahí una síntesis de mi tierra, de sus tradiciones, de todo lo que yo viví cuando era niño y luego mis 5 años en la escuela que fueron también preciosos, luego mi vida en los barcos, entonces cuando me di yo cuenta tenía mil  y pico cuartillas escritas…afortunadamente mi hija estaba sin trabajo y me ayudó a depurar eso, lo agarró por su cuenta, me quitó algunas cosas pero yo las volví  poner ¡y lo publiqué!.
Luego escribiría ‘’El Hombre, La Mar, Los Barcos’’ y otro de ‘’Barcos, Puertos y Selecciones Portuarias’’ Buques Cargas y Puertos, ’’Pura foto, totalmente técnico hizo apuntes de ‘’Seguro Marítimo’ de fletamento, de cargas, de manual para Capitanes ‘’los hacía, mandaba a imprimir 20, lo regalaba a las Escuelas Técnicas, una en Veracruz, una en Tampico, y en Mazatlán y el primer libro bueno que hice se llamó ‘’Contenedores, Cargas y Estiba’’ de mi experiencia en el Monterrey el primer barco de contenedores y ese lo vendí, lo mandé a Cuba, a Chile y lo llevaron como libro de Consulta, incluso me pidieron que si lo podían copiar’’.

Cada año regresa a Ometepec a reencontrarse con sus raíces, su idiosincracia, justo después de asistir en Azoyú a la ‘’Convención anual de los López’’ ‘’Primero llego a Azoyú, donde me hace un estofado especial de iguana  y tamales la mamá de José Efrén López Cortez, las otras sobrinas me hacen torrejas, como ticasos, queso…de ahí ya me voy a Ometepec…yo quisiera llegar a mi tierra y encontrarlo libre y ordenado, sin basura sin vendedores en las calles, sin borrachos, ahora que vi el desgarriate en que se ha convertido la fiesta del santo este, ¡qué cosa tan denigrante!