El
magisterio disidente celebra que no se evaluó ni la mitad de los 4 mil 100
maestros que había anunciado como meta el secretario de Educación en el estado
José Luis González de la Vega Otero, o al menos, eso le hicieron creer.
Tanto
la diferencia de cifras que estuvieron informando las Secretarías de Educación
estatal, la federal y el propio gobernador Héctor Astudillo, así como el
incidente que se armó por la supuesta falta de computadoras, aparentan fallas
de comunicación y logística, más intencionales que accidentales, para confundir
a los opositores a la reforma educativa.
El
asunto es simple, mientras el pasado jueves la Coordinadora Estatal de
Trabajadores de la Educación del Estado de Guerrero (CETEG) echaba las campanas
al vuelo coreando que supuestamente “la evaluación ya cayó”, el proceso
avanzaba en el interior del Forum Mundo Imperial, y lo sigue haciendo, como
dice el refrán: con paciencia y salivita. El próximo viernes otro grupo de
profesores, será evaluado. Todo suma.
La
movilización de miles de policías antimotines de los tres niveles de gobierno,
el traslado de maestros de todo el estado con su respectivo apoyo económico y
hospedaje en lujosos hoteles dan un mensaje que, si de por si era claro, más
tarde fue reiterado en voz del propio gobernador Astudillo al decir que no
importa cuánto recurso se invierta en la educación. ¿Traducción? La evaluación
va, cueste lo que cueste.
Desde
esa óptica al gobierno nada le afectó pagar un día más de hospedaje luego de
simular un boicot que mantuvo a los cetegistas tras el cerco policíaco, felices
porque desde adentro les llegaban mensajes de Whats App y fluían en las redes
sociales los videos de maestros que “abandonaban” la evaluación por falta de
computadoras, muchos de los cuales regresaron a aplicarlo más tarde o incluso
al día siguiente disfrutando un día más alojados en hoteles de Gran Turismo.
Más
tarde el gobernador aplicaría una vacuna sin dejar de mantener la expectativa
cetegista al declarar a medios nacionales que no faltaban computadoras sino que
un grupo de personas había cortado la luz, teoría del boicot que fue apoyada
por Aurelio Nuño desde la Ciudad de México incluso con la amenaza de encarcelar
a 70 maestros.
De
esa manera el gobierno aplicó un control de daños a su propia estrategia: la
evaluación no fracasó, sino el boicot que supuestos infiltrados realizaron…
gracias a unas cuantas computadoras que “faltaron”.
La
medida fue arriesgada porque en los medios y la opinión pública prevalece la
idea de que aquello fue un desbarajuste, que falló la logística y que no hay
credibilidad de la cifra total de maestros evaluados, pero en la parte que más
interesaba la estrategia resultó exitosa.
Sean
los mil 960 maestros evaluados que dijeron González de la Vega y la propia
Secretaría de Educación Pública o los 2 mil 650 que horas más tarde dijo el
viernes pasado el gobernador Héctor Astudillo, el caso es que de gota en gota
la evaluación en Guerrero avanzó, gracias a un incendio controlado.
PREMIAN
A GUARDERÍAS DEL IMSS
El
que no cabe de contento es el delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS), José Luis Ávila Sánchez, la Guardería Infantil No. 001 de Acapulco fue
reconocida con el distintivo “Águila Oro” por haber mantenido y mejorado su
Modelo de Competitividad, logrando con ello la mejora e innovación en sus
procesos, en la gestión directiva y el desempeño integral.
Esta
guardería ya había recibido el Premio IMSS de calidad en el 2012, pero en esta
ocasión, la distinción le llega cuando en la Cumbre Global de la Alianza para
el Gobierno Abierto, que encabezó el Presidente Enrique Peña Nieto, se otorgó
el Primer Lugar de la Américas en los “Premios de Gobierno Abierto 2015” al
programa “Participación Social en las Guarderías del IMSS".