Los primeros cántico de
‘’En nombre del cielo os pido posada’’ comenzaron a mitad de esta semana que
termina y ya saben, da comienzo también, todo el numerito acostumbrado en esta
época, agarrando de pretexto el espíritu navideño para armar beberecua y
bailongo, mientras el Gobernador Héctor
Astudillo Flores, toma al toro por los cuernos.
En efecto, su lema de
campaña fue un deseo anhelado por él y todos los guerrerenses: consolidar
un Guerrero con orden y paz, pero esto no se iba a dar en automático, sino con
la conjunción de voluntades pero sobre todo con el extraordinario apoyo
del gobierno federal. Cosa que
discúlpenme pero perdónenme: ha sido tibiecito y nada acertado.’’Ái’’ nomás por
no dejar,
De entrada el
Secretario de Gobernación, Osorio Chong,
trae la brújula perdida desde endenantes. Se la va la ''ferza’’ por la boca,
¡ah! Porque pa’ agarrar el micrófono
búsquenlo a él, aunque sólo sea para dar rienda suelta a su
incontinencia oral. ¡chorero como pocos! Pero
muy poca acción. ¡Mucho ruido y pocas nueces! Y eso de andar
desmarcándose y señalando con dedo
acusador, como chiquitillo chismoso de barrio, en lugar de asumir su
responsabilidad como encargado de la
política interior del territorio tenochca, lo deja muy mal parado.
Por eso es de reconocer ¿y porque no? Aplaudir la
prestancia y valentía del Gober Astudillo Flores, para hablarles al tiro y con la neta. Claro, esto le provocó a
más de uno, salpullido en el cicirisco y
de ahí que dieran línea chayotil a dos o
tres comunicadores con cartél, para que se le fueran a la yugular.
Por cierto, me llama mucho
la atención que doña Beata Mojica no
haya metido ‘’ipsofactamente’’ su pedorriana cuchara, porque ya ven que a falta de otros recursos, la ñora
no pierde oportunidad de saltar a la palestra, aunque sea para declarar
boberías.
Pero volviendo al tema que
me ocupa en esta entrega, es necesario que como guerrerenses nos sumemos, al
proyecto de gobierno de Astudillo, en lugar de integrarnos a las críticas
oficiosas. Arajo, porque neta es de risa loca, que de pronto aparecen
pencas de analistas políticos por todoslados, especialistas en asuntos picudos
de Seguridad, estrategas ingones y otros próceres desempleados pero que bien
chiflan aunque no se sepan la tonada.
Me gustó, me gustó
mucho, la actitud mostrada por el Gober
Astudillo. No fue grosero, pero demostró carácter. O sease, no es un pelele como Rogelio Ortega, y con los
pantalones bien puestos sin caer en faltas a la investidura presidencial, puso
los puntos sobre las íes. Nadie dijo que fuera a ser fácil, lograr orden y paz
para mi chilenero y mezcalero estado. Tampoco se afoxeó don Héctor diciendo que
lo lograría en 15 minutos. Es todo un
proceso muy complejo y recontra canijo. Aunado a todo el desbarajuste
delincuencial, Astudillo se enfrenta en la administración estatal que preside,
a un déficit y rezagos en diferentes
rubros, ¡de padre y muy señor mío!.
Y no es por agriarles el
ponche navideño, pero nos espera un año 2016 crítico. Se impone que oremos para que papá Dios le de guía,
dirección y sabiduría para bien aplicar
las 10 acciones que propone, como estrategia
para mejorar las condiciones de nuestro hermoso estado de Guerrero.
Orar por nuestros
gobernantes es un precepto bíblico. Dicho sea en otras palabras, estamos
mandatados a hacerlo. Y neta, es reconfortante verlo siempre acompañado de su
ayuda idónea, de su compañera de vida, doña
Merce, asidos de la mano y conectados con la mirada y la sonrisa. Es
casi Navidad, y aunque lo veamos sonriente y esforzado, sabemos que será una
Navidad triste para para nuestro gobernador y su familia, porque será la
primera que pasen sin la amorosa presencia de doña Carmelita Flores Leyva,
madre de don Héctor.
Pero me cae que nuestras
oraciones y buenos deseos van a fortalecerlo. Porque todos, absolutamente todos somos Guerrero. Me cae que si!.