"Mi reino no es de
éste mundo"
Todos estamos de acuerdo:
Internet ha transformado nuestras vidas. Se ha convertido no sólo en el
primordial medio de comunicación e información, sino también en el espacio
donde compramos, jugamos, debatimos, buscamos relaciones. Destaca Lee Siegel,
en su más reciente libro "El mundo a través de una pantalla".
Lee Siegel analiza a fondo
este tema. Para Siegel, nuestra profunda inmersión en la vida online reorganiza
los ritmos de nuestros días y además reformula nuestras mentes y nuestra
cultura en modos de los que todavía no somos conscientes.
Funcionarios,
politicastros o representantes populares de medio pelo, alguno que otros
periodistas de quinta, retrógrados, ineficientes, baladíes, rapaces, ladrones,
y mediocres. Bueno analfabetos. Usan este medio al cual denostan. Y lo usan a
diario en sus celulares Smartphone, en sus tablets, en sus IPod e Ipad o en
otros sistemas binarios. ¿Para qué? Para informarse, para comunicarse. Para
hacerse entender. Para hacerse valer.
Es decir, se han
transformado sin sentirlo que están en otro sistema de comunicación. Son raíces
viejas.
No es la forma en que se
exprese hacia ellos, ni es insulto; sino es su verdad. Y, la verdad es fuerte,
dañina, cruel. Pero es la verdad. Ignorantes.
Europa, continente avezado,
experimentado y avanzado, ha creado nuevas tecnologías en base a los sistemas
de internet. Sus medios de comunicación, son digitalizados. Es decir, son la
vanguardia. No con ello se pretende decir, que los impresos, pasaran a otro
estado. No. Jamás.
La argumentación de Siegel
no es un manifiesto contra Internet en sí, sino más bien una tonificante
llamada de atención para enfrentarnos con el modo en que la era digital nos
está transformando a todos. Lleno de puntos de vista originales y de agudo
ingenio, este libro nos fuerza a contemplar a nuestra cultura -para mejor o
para peor- de un modo completamente nuevo.
Las Ciencias de la Comunicación,
de donde se desprende el periodismo, fueron creadas por psicólogos y sociólogos.
Los sistemas binarios, fueron creados por ingenieros en electrónica y
personajes especializados en las estructuras lingüísticas.
Conjuntar ello, ha dado
como resultado nuevas vías de transmisión y comunicación. Desde tiempos
remotos, nuestro lenguaje ha sido simbólico. Hasta nuestras fechas. Pocos
lectores son hábiles para entender a Federico Nietzsche, a Goethe, a Sade, a Ludwig
Wittgenstein, Teilhard de Chardin, entre otros, como saber apreciar e
interpretar a pintores como De Chirico, Dalí, Picasso, Pollack, que son lenguajes simbólicos. La mente descubre,
extrae, desentraña, cuando está preparada. Mientras permanece ociosa, no capta,
no entiende. Son triviales y anodinos.
Menos habrán de entender que
los medios digitales, en sus llamadas Redes, son el tiempo de la información de
la inmediatez y precisión.
Quien pretende denostar, infamar,
denigrar o calumniar que las redes digitales no socializan. No está cuerdo,
carece de raciocinio, mes un jumento. Los grandes medios de información y de
comunicación, se han digitalizado, que no haya gente preparada para ello, es
otra acción que tiene nombre. Pero mancillar el trabajo de los medios
electrónicos, es como decir que no lees, porque ya sabes todo.
El texto en cuestión de
Lee Spiegel, detalla que: “Este libro trata sobre cómo Internet está
configurando lo que pensamos sobre nosotros, el resto de la gente y el mundo
que nos rodea. También es una reflexión acerca de cómo la Red, en sí misma, ha
generado cambios en la sociedad y la cultura”.
Alguien dijo: “Dios mío, perdónalos,
porque no saben lo que hacen”.
Me despido como Truman,
cundo sale del escenario, del nombre de la propia película: Buenos días, buenas
tardes, buenas noches.
P.D. Entienda quien pueda.
@GradoCero_Gro