Aceites, laxantes, ajos, tés u otros productos para aliviar diversos malestares, son utilizados como remedios caseros y, en que muchas ocasiones, no benefician sino empeoran el padecimiento, por tal motivo se reitera la importancia de acudir con el médico familiar para tratar cualquier padecimiento.
Es común que los mismos miembros de la familia, principalmente las madres, opten por utilizar diversos remedios caseros, evitando ir con un médico familiar que pueda dar una atención adecuada, afirmó el coordinador médico de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) N° 9 del IMSS, Jesús Gante Rodríguez.
Ya sean padecimientos comunes como tos, gripa, parásitos, diarrea, congestión nasal, empacho, gripa, estreñimiento e inclusive flatulencias son tratados frecuentemente en el hogar, sin embargo, pueden afectar fuertemente el estómago.
Por ejemplo, en el caso de los empachos, se realizan purgas con aceite de ricino para los bebés, lo cual, está contraindicado porque pueden ser muy dañino, debido a que el menor de edad no puede deglutir adecuadamente, regurgitándolo con peligro de irse a los pulmones, lo que puede causar al pequeño una neumonía química.
El médico familiar, agregó que este tipo de remedios eran anteriormente muy socorridos para tratar enfermedades agudas y crónicas, cefaleas, dolores de estómago e incluso padecimientos como cáncer o quemaduras, lo cual es necesario que sea revertido, optando por ser revisados por un especialista.
Reiteró que los remedios caseros, aunque fueron opción en décadas pasadas, actualmente la evolución de la medicina alópata hace posible curar con mayor certidumbre.
Gante Rodríguez destacó que ante cualquier padecimiento conocido o bajo sospecha, la recomendación principal es acudir a la UMF, donde se le dará un diagnóstico oportuno, así como la atención médica adecuada, ya que destacó que son los niños y los adultos mayores quienes principalmente registran algún tipo de enfermedad común.