SEGÚN TRANSPARENCIA
Internacional, y su filial Transparencia Mexicana, México, nuestro país, es uno
de los más corruptos del mundo, de acuerdo al Índice de Percepción de la
corrupción 2015.
Y sin duda lo es. Pues
nada más hay que ver a presidentes municipales, por solo citar un ejemplo, que
de no tener en qué caerse muertos, cuando dejan la alcaldía son los nuevos
ricos del pueblo, con cuentas millonarias en los bancos y casas y ranchos por doquier,
además de ser prominentes empresarios.
Los casos abundan. Y sin
embargo, pese a robarse el presupuesto que debió ser para obra pública,
educación, salud, servicios públicos, apoyos al campo y para seguridad pública,
ahí andan muy campantes, como si nada, quitados de la pena, sabedores de que en
este país el hacer mal uso o apropiarse de los recursos públicos no se castiga
y sí en cambio, hasta se premia.
Lo grave no es pues que
Transparencia Internacional, y Transparencia Mexicana nos lo digan, pues aquí
en México todos sabemos que el gobierno es corrupto, pues si no, qué caso
tendría gastarse un dineral, y hacer compromisos hasta con el narco para llegar
a la presidencia municipal?
¿A poco creen que por más
bien que gane un presidente municipal, e incluso un regidor como los de
Acapulco y Tlapa, por solo citar dos ejemplos, van a poder comprarse, en tres
años, casas, ranchos, autos, y convertirse en prominentes empresarios? Por
supuesto que no.
Sí. Lo grave no es que no
lo recuerden que en México hay corrupción. Lo grave es que no se hace nada, y
porque todos, de una u otra forma, somos parte de ella.
Hay que decirlo. La
corrupción no es un asunto de cultura, sino de aplicación de la ley, pues como
ya hemos dicho, cuántos de esos alcaldes que en su momento se robaron el
presupuesto están hoy en la cárcel? La respuesta es ninguno, y porque como en
toda mafia, los que pertenecen a ella, se protegen unos a otros.
La corrupción, por
supuesto, no es solo económica, sino también tiene que ver con cuestiones de
legalidad y de aplicación de la ley, e incluso es moral. Y sin embargo, parece
que se reconoce y se premia, de tal forma que entre más corrupto se sea, más posibilidades
se tiene de acceder o permanecer en el poder.
Es cierto. Hay quienes se
salvan de ello, pero parece que en este país, mientras más corrupto se sea, ya
lo dijimos, se tienen más posibilidades de triunfar, sencillamente porque esta
práctica, no se castiga.
Ciertamente no es un
orgullo ser parte de un país señalado de corrupto, y no porque quienes lo dicen
sean instancias internacionales que por desgracia siempre tienen en México a la
Malinche para que les ayude. No es un orgullo porque quienes tienen la
responsabilidad para acabar con ella, son principalmente quienes la practican.
Y no lo es también porque
además de que se han perdido los valores morales en la familia, en la escuela
también se practica la corrupción a través de los maestros que, o no cumplen
con su responsabilidad de enseñar, o cobran sin trabajar, o en su caso, venden
calificaciones a los alumnos para que cursen un nuevo grado. Y es que, como ya
hemos dicho, la corrupción, como otras prácticas nocivas, en México, y en
muchas partes del mundo, no se castigan.
POR ÚLTIMO, transcribo
parte de una nota sobre el tema de la corrupción, en la que México es campeón.
“México es el país más
corrupto entre los 34 miembros de la Organización para la Cooperación y
Desarrollo Económicos (OCDE), y ocupa el lugar 95 de 168 países de acuerdo con
la lista publicada por Transparencia Internacional.
“En el Índice de
Percepciones sobre Corrupción 2015 presentado este martes por Transparencia
Internacional, México obtuvo un puntaje de 35 en una escala de 0 a 100, donde
cero significa “altamente corrupto” y cien “muy limpio”.
“La calificación obtenida
el año pasado vuelve a México el país más corrupto entre los miembros de la
OCDE y el que más se le acerca es Turquía, en la posición 66 con un puntaje de
42.
En materia de corrupción,
México se encuentra por debajo de países como Mali, Surinam, Perú, China y
Brasil, de acuerdo con el conteo de Transparencia Internacional y mantuvo el
mismo puntaje del año 2014, sólo un punto por encima de lo obtenido en 2013 y
2012.
Venezuela es el país del
continente americano más corrupto, pues se sitúa en la posición 158 de 168 y
obtuvo una puntuación de 17. Los peor evaluados en todo el mundo son Corea del
Norte y Somalia, ambos con una calificación de 8.
“Es posible ganar a la
corrupción si trabajamos juntos. Para erradicar el abuso de poder y el
soborno, y sacar a la luz negociaciones secretas, los ciudadanos deben decir al
unísono a sus gobiernos que ya han tenido bastante”, expresó José Ugaz,
presidente de la organización, en un boletín de prensa”.
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