viernes, 6 de enero de 2012

ARMANDO RIOS PITER: EL APESTADO Gerardo Ruano Cástulo

La carrera política pluripartidista que le antecede. Su relación con el ex gobernador, Zeferino Torreblanca Galindo. Y su postura ante los acontecimientos lamentables del 12 de diciembre, han colocado al diputado federal, Armando Ríos Piter como el apestado político de la entidad, a quien a raíz de las declaraciones vertidas por el senador de la república, Julio César Aguirre Méndez, le ha comenzado a llover sobre mojado.
Así es. Ríos Piter fue señalado por el senador de estar cabildeando en el Congreso de la unión, para que prospere el juicio político en contra del Gobernador Ángel Aguirre Rivero, después de lo cual, si bien ha salido a deslindarse y pedir pruebas de sus declaraciones a Aguirre Méndez, lo cierto es que ha quedado mal parado ante la opinión pública, que lo ha comenzado a despedazar en las redes sociales.
Una fotografía que vi el día de ayer en el facebook, trae a la memoria uno de los eventos políticos de la campaña de Ángel Aguirre, en donde recibe el abrazo de Armando Ríos Piter, y la que es subtitulada como: “El abrazo de Acatempan”, con la que evidentemente, se hace alusión a la supuesta traición del diputado federal.
En su defensa, Ríos Piter argumenta que se trata de una campaña para desprestigiarlo ante sus aspiraciones por ser senador de la república, lo cual suena un tanto ilógico, sobre todo cuando se sabe que los más recientes acontecimientos lo tienen casi fuera de la posibilidad de ser candidato al Senado por el PRD de Guerrero.
De entrada, es mal visto por la gran mayoría de las corrientes perredistas de la entidad, que dicho sea de paso, se han visto fortalecidas ante la futura candidatura de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República. No así Ríos Piter, quien al ser amigo y aliado del más repudiado de los gobernadores que Guerrero ha tenido: Zeferino Torreblanca Galindo, sus bonos lucen en la lona. Y aunado a ello, su respaldo en las altas esferas, que reside en la figura del jefe de gobierno del D.F., Marcelo Ebrard, luce muy débil, y se antoja sumamente difícil que éste meta las manos al fuego por él.
Dentro de quienes dan la razón al senador Julio César Aguirre, difunden la postura emitida por Armando Ríos Piter, al seno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, cuando se abordó el tema de los lamentables acontecimientos del 12 de diciembre pasado. Según los trascendidos, el diputado federal diría: “Quedaron ahí tendidos los cuerpos de Gabriel Echeverría de Jesús y Jorge Alexis Herrera. Y sus demandas eran: la mejora de los baños de la escuela, demandas que año con año en muchas ocasiones plantean los compañeros normalistas. Y 20 nuevos estudiantes”.
Por donde se vea, esas palabras tratarían de exhibir al gobierno de Guerrero como insensible y carente de voluntad para atender las demandas sociales. Un sello, que evidentemente, no es el que distingue al Gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien por cierto, semanas atrás había estado en las instalaciones de la Normal Rural de Ayotzinapa, entregando apoyos históricos para la institución, con el objetivo evidente de fortalecerla. 
Por eso es entendible, que ante las declaraciones hechas por el senador Julio César Aguirre, la ciudadanía ubique a Ríos Piter como un apestado, al que las puertas rumbo al Senado se le han ido cerrado gradualmente. ¿Será acaso por eso, que tiene negras intenciones para buscar la desestabilización del estado?