“"La justicia es la
constante y perpetua voluntad de dar (conceder) a cada uno su derecho".
Ulpiano
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A esa escuela de servidores públicos, pertenece Edgar
Elías Azar, incorporado al equipo de José Francisco Ruiz Massieu, desde los
años ochenta en la Secretaría de Salud y a partir de 1887 a 1893, fue nombrado
secretario de finanzas por el gobernador Ruiz Massieu, su maestro y amigo de
toda la vida.
Edgar Elías Azar, es doctor en derecho y tiene tres
maestrías, de los pocos guerrerenses que han ocupado el cargo de
Magistrado Presidente del Tribunal
Superior de Justicia del Distrito Federal. Otro guerrerense que se desempeñó
como Magistrado Presidente, fue el
licenciado Donato Miranda Fonseca de 1955 a 1958, siendo Presidente de la República
Adolfo Ruiz Cortines, cuando dicho Tribunal, era del Distrito y Territorios Federales.
Lo
singular y admirable del Magistrado Edgar Elías, es que llega a tan importante
puesto, después de haber ocupado la posición más modesta que tiene ese Tribunal: oficial
judicial, escalando casi todos los puestos que hay en ese órgano, menos
actuario. Fue mecanógrafo, taquígrafo, archivista, secretario de acuerdos de
Juzgado de Paz, Juez de Paz, prácticamente 30 años de servicio. Toda una
carrera en la administración de justicia, en el tribunal más grande del mundo.
En
esa singularidad del Magistrado Edgar Elías Azar, sobresale el hecho de haber
llegado a la Presidencia del Tribunal a través de la vía del voto de sus
compañeros magistrados por primera vez en diciembre de 2007 para el periodo de
cuatro años (2008-2011) y lo histórico consiste en que a principios de
diciembre de 2011 fue reelecto para la etapa de (2012-2015) también a través de
un procedimiento democrático, en el que
sus compañeros magistrados, le refrendaron su confianza por cuatro años
más al frente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
Sentir
el Derecho, en la dimensión más amplia del término, es posiblemente la tarea
fundamental del auténtico jurista y en
el Magistrado Edgar Elías Azar, se percibe que lleva en su entraña el
ingrediente de la emoción y la obsesión por la administración de justicia. ¿Y
cómo no, si prácticamente empezó desde el trabajo más modesto en ese Tribunal?
Lo
extraordinario de su vida cotidiana y por ello, ha logrado un desarrollo
profesional creciente, consiste en su disciplina y dedicación en el estudio y en su trabajo: sus numerosas
reuniones con las áreas de alta prioridad del Tribunal, su permanente
comunicación con las salas civiles y penales, con el Consejo de la Judicatura,
con delegados políticos, con representantes de la Procuraduría de Justicia del
D. F. y del Gobierno Capitalino o con la Asamblea Legislativa y con
innumerables instituciones. Y sobre todo su buen manejo con los medios de
comunicación.
Al
frente del TSJDF tan complejo, le ha tocado vivir de todo: poner en marcha
leyes polémicas como los matrimonios entre personas del mismo sexo. Las grandes
leyes como el divorcio sin causa y que ha sido muy exitoso, pues de cada tres
divorcios, dos son promovidos por mujeres. Otra de las reformas que el
magistrado Elías Azar impulsó es la de “oralidad”. La adopción entre parejas
del mismo sexo que se polemizó tanto.
Otra ley que se impulsó, fue la de justicia para adolescentes, además de
remodelar y equipar diversas instalaciones del TSJDF. Entre otras muchas
acciones.
En síntesis, el que un guerrerense haya tenido un desarrollo profesional
admirable, como Edgar Elías Azar, debe ser grato, estimulante y ejemplo para
las jóvenes generaciones de abogados y
en general para todos, por que es a base
de estudio, disciplina, emoción y deseo de superación como se alcanza el éxito.
¡Felicidades Magistrado Edgar Elías Azar!