sábado, 7 de enero de 2012

GUERRERO, POLARIZACION SOCIAL Jeremías Marquines

La peligrosa polarización social que está originando el gobierno del estado de Guerrero, a cargo del gobernador Ángel Aguirre Rivero, al promover una campaña de odio y linchamiento contra los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, Raúl Isidro Burgos, con el fin de desdibujar su responsabilidad en la muerte de dos normalistas, sólo está haciendo más evidente su culpabilidad y, de seguir, terminará por agravar este conflicto.
Hasta el momento, las acciones emprendidas por el gobernador de Guerrero para afrontar este desastre que dejó dos estudiantes muertos por balas policiacas, y el trabajador de una gasolinera fallecido por quemaduras, ha sido de torpeza tras torpeza. En lugar de atender los llamados de procurar que se haga una investigación imparcial y confiar en las instituciones encargadas de hacerla, con la conciencia tranquila del inocente, el mandatario guerrerense ha desplegado una aberrante campaña mediática, comprometiendo los recursos públicos, con el objetivo de exacerbar los ánimos de la sociedad, criminalizar y motivar el linchamiento social contra los normalistas, exhibiendo así la conducta del culpable que busca desesperadamente cambiar las circunstancias a su favor.
La estrategia que aplica el gobierno de Ángel Aguirre de echar a la calle a las llamadas “fuerzas vivas” de todo régimen: empresarios afines, trabajadores de gobierno, prensa pagada, desplegados de asociados civiles parásitas, líderes sindicales, curas, supuestos testigos misteriosos, seudocomentaristas y demás escorias dispuestas a legitimar idioteces de un gobierno a cambio de prebendas, forma parte del antiguo manual que durante décadas han venido aplicando los mandatarios priístas en distintos estados del país con su consecuente carga de fracaso. Aquí les dejo un nombre para refrescar la memoria: Ulises Ruiz.
La mentalidad con que Ángel Aguirre trata de resolver este conflicto es la misma que antes usaron sus predecesores priístas. Es la mentalidad del culpable que intenta protegerse o proteger a alguien especial. Cinismo, corrupción e impunidad son las líneas determinantes de su estrategia defensiva-evasiva. El gobernador de Guerrero que recién se afilió al PRD, decepciona cada día que pasa. En este asunto de los normalistas ha sido abandonado hasta por su fiel amigo, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, que ni loco se atrevería en estos momentos a posar en fotos y mucho menos a emitir una declaración exculpatoria a favor de su anterior aliado.
Con desbordante irresponsabilidad, el gobierno de Aguirre usa la televisora pública Radio y Televisión de Guerrero (RTG), como antes lo hicieron sus antecesores priístas, para impulsar una grosera y torpe campaña de desprestigio y pauperización moral contra las víctimas de las balas. Ahora resulta más lamentable la utilización de este espacio público para fines de legitimación de un torpe actuar político porque al frente de este organismo está un periodista que algún tiempo fue respetado por ser más o menos inteligente y equilibrado, me refiero al corresponsal del periódico nacional La Jornada, Misael Habana de los Santos. Nada le cuesta a Misael ser objetivo e imparcial en el tratamiento del tema, pero en lugar de hacer periodismo, desde la pantalla de RTG, sus lectores de notas editorializan y azuzan a la población en contra de los que despreciativamente llaman ayotozinapos. Misael es otra decepción del gobierno aguirrista.
Por el camino de la confrontación y la exacerbación social nada va a lograr el gobernador de Guerrero. Tampoco nada logra sacrificando a todo un gobierno con el fin de proteger a su secretario general de Gobierno, Humberto Salgado, a quien la investigación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), ya ubica como directo responsable, al menos, administrativamente, de lo acontecido. Que no se olvide que el origen de esta tragedia fue la falta de atención y respuesta veraz y objetiva a las demandas y problemas de los normalistas. Fue el tratamiento dilatorio y estúpido con el que pretendieron minimizar a un grupo altamente conflictivo como son los alumnos de Ayotzinapa, y a esto hay que sumar todas las demás torpezas y violaciones a los derechos humanos  que se han venido cometiendo.
Para evitar que este conflicto siga escalando, lo mejor que debería hacer el gobierno de Guerrero es: primero, llamar a una tregua a los normalistas para que ninguno de los dos bandos realice acciones de provocación como marchas o campañas de medios hasta que la CNDH concluya su investigación y dé a conocer su informe. Pero como en el gobierno no hay interlocutores válidos, este llamado sólo corresponde hacerlo a alguien con suficiente calidad moral para que se acate y sea creíble.
Segundo, tiene y debe sustituir a su secretario general de Gobierno porque ya no tiene ninguna calidad política ni moral para intervenir como garante en este conflicto. Ninguna comisión de normalistas se va a sentar jamás con el que identifican como responsable, pues se negó reiteradamente a recibirlos.
Y tercero, el gobierno de Ángel Aguirre debe prepararse para afrontar las sanciones que se derivarán de la investigación de la CNDH porque las habrá y a veces es mejor adelantarse. Y, por último, tampoco es buena idea sostener lo del complot de los ex gobernadores Rubén Figueroa y Zeferino Torreblanca porque sólo evidencia torpeza y desesperación política al señalarlos sin pruebas contundentes.
Por otra parte, los medios de comunicación afines a uno y otro bando, deben también, procurar la ecuanimidad y evitar la polarización de la sociedad, pues nada nuevo y útil aportan al debate público de este asunto al difundir, chismes, trascendidos y filtraciones en defensa de un grupo o de otro.
Por el lado de los normalistas, es necesario que sus asesores comprendan y asimilen la responsabilidad penal y social a la que tendrán que sujetarse, pues es evidente que las acciones que han emprendido para exigir justicia violentan las garantías individuales y los derechos humanos de los ciudadanos. Tendrán que asumir la responsabilidad moral y, en su caso penal, si así se comprueba, por el fallecimiento del trabajador de la gasolinera incendiada. No se puede exigir justicia violentando los derechos de los otros, ni se logra calidad moral y política por la vía de la provocación y confrontación. No hay movimiento social, si este es repudiado por la sociedad y las acciones de los normalistas no están legitimadas por la sociedad. Ojalá lo comprendan. Así como no queremos que haya impunidad para el gobierno estatal, tampoco queremos que haya impunidad para los normalistas por sus acciones. Cada uno debe pagar la parte del daño que han ocasionado….

LA CONTRA.
El alcalde de Acapulco, Manuel Añorve Baños comienza el 2012 con el gobierno municipal de Acapulco sumido en una pavorosa quiebra financiera. Su administración, caracterizada por la corrupción y la malversación de los recursos públicos, arrastra adeudos desde hace dos años. Hay decenas de proveedores a los que no se le han pagado sus facturas y otros a los que de plano les dieron por perdido su documentación con el fin de retrasar lo más posible la liquidación de sus adeudos. El secretario de Administración y Finanzas, José Luis Ávila, no se le ve por ningún lado, mientras la lista de deudores crece y el presupuesto desaparece misteriosamente. Con un gobierno municipal corrupto e ineficiente, como el del priísta Añorve, Acapulco perdió el rumbo del desarrollo. El gobierno del PRI significó el mayor retroceso para el desarrollo económico y social del puerto luego de los nueve años de gobierno perredista cuando Acapulco realmente mejoró…. Pero ni enterado, el munícipe acapulqueño Manuel Añorve sigue colgándose cínicamente de los resultados del gobierno federal y estatal en materia de seguridad. Como cualquier sinvergüenza a Manuel Añorve le gusta saludar con sombrero ajeno y muy ufano habla de que la seguridad en el puerto mejoró pero no dice que es por el trabajo del gobierno federal. El Choky como cariñosamente le dicen los acapulqueños, simplemente dejó en manos de la delincuencia la seguridad pública del puerto y por eso la violencia se incrementó en los meses pasados. Pedir que sienta vergüenza y pena por su mediocridad y cinismo, sería mucho…. Hablando de Añorve, su esposa doña Julieta y la del gobernador Ángel Aguirre, Laura del Rocío Herrera, parece que andan compitiendo por el grammy Santa Teresa de Jesús. Todos los días miles de pesos del presupuesto público se gastan en publicitar fotos y notas para destacar la entrega de dádivas que cada una hace en distintos pueblos y colonias. Salen en las fotos con poses y actitudes chocantes y con miradas de orgasmo místico como la que tiene la escultura que hizo Bernini de esta Santa… De la esposa de Aguirre se dice que en su afán de ganar la presea dadivosa, ha despojado a todas las secretarías de una parte de su presupuesto, mismo que es transferido sin previo aviso a las cuentas del DIF, ¿será cierto?... ¿Por qué dicen que el DIF es la única dependencia que no sufre por falta de dinero?.... El nombramiento del nuevo encargado de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Juan Manuel Herrera Campos, posiblemente vinculado familiarmente a la esposa del gobernador, y quien fungió seis años como procurador en Campeche, zona de influencia de los zetas,  así como la designación de Guillermo Jiménez Padilla como secretario de Seguridad Pública Estatal, viene a reforzar y ampliar el ala priísta del gobierno de Ángel Aguirre; ambos son sendos priístas….. Así como van los cambios en el gabinete de Ángel Aguirre, no es de dudar que para el mes de abril no quede ningún perredista en el gobierno de Guerrero y el peñanietismo se vaya imponiendo en la línea de interés de este gobernador…. Hablando de candidatos, en el PRD no tienen ni una pizca de vergüenza, dos verdaderas lacras sociales de Acapulco se promueven como aspirantes a cargo de elección popular por ese partido: José Guadalupe Perea, y Germán Farías. Vaya, vaya… En la próxima columna hablaremos de una guía turística llamada Acuérdate de Acapulco con que la Secretaría de Turismo de Guerrero dice promover a Acapulco. Verá usted qué decepción.   http://jeremarki.blogspot.com/