La peligrosa polarización
social que está originando el gobierno del estado de Guerrero, a cargo del
gobernador Ángel Aguirre Rivero, al promover una campaña de odio y linchamiento
contra los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, Raúl Isidro Burgos,
con el fin de desdibujar su responsabilidad en la muerte de dos normalistas,
sólo está haciendo más evidente su culpabilidad y, de seguir, terminará por
agravar este conflicto.
Hasta el momento, las
acciones emprendidas por el gobernador de Guerrero para afrontar este desastre
que dejó dos estudiantes muertos por balas policiacas, y el trabajador de una
gasolinera fallecido por quemaduras, ha sido de torpeza tras torpeza. En lugar
de atender los llamados de procurar que se haga una investigación imparcial y
confiar en las instituciones encargadas de hacerla, con la conciencia tranquila
del inocente, el mandatario guerrerense ha desplegado una aberrante campaña
mediática, comprometiendo los recursos públicos, con el objetivo de exacerbar
los ánimos de la sociedad, criminalizar y motivar el linchamiento social contra
los normalistas, exhibiendo así la conducta del culpable que busca
desesperadamente cambiar las circunstancias a su favor.
La estrategia que aplica el
gobierno de Ángel Aguirre de echar a la calle a las llamadas “fuerzas vivas” de
todo régimen: empresarios afines, trabajadores de gobierno, prensa pagada, desplegados
de asociados civiles parásitas, líderes sindicales, curas, supuestos testigos
misteriosos, seudocomentaristas y demás escorias dispuestas a legitimar
idioteces de un gobierno a cambio de prebendas, forma parte del antiguo manual
que durante décadas han venido aplicando los mandatarios priístas en distintos
estados del país con su consecuente carga de fracaso. Aquí les dejo un nombre
para refrescar la memoria: Ulises Ruiz.
La mentalidad con que Ángel
Aguirre trata de resolver este conflicto es la misma que antes usaron sus
predecesores priístas. Es la mentalidad del culpable que intenta protegerse o
proteger a alguien especial. Cinismo, corrupción e impunidad son las líneas
determinantes de su estrategia defensiva-evasiva. El gobernador de Guerrero que
recién se afilió al PRD, decepciona cada día que pasa. En este asunto de los
normalistas ha sido abandonado hasta por su fiel amigo, el jefe de Gobierno del
Distrito Federal, Marcelo Ebrard, que ni loco se atrevería en estos momentos a
posar en fotos y mucho menos a emitir una declaración exculpatoria a favor de
su anterior aliado.
Con desbordante
irresponsabilidad, el gobierno de Aguirre usa la televisora pública Radio y
Televisión de Guerrero (RTG), como antes lo hicieron sus antecesores priístas,
para impulsar una grosera y torpe campaña de desprestigio y pauperización moral
contra las víctimas de las balas. Ahora resulta más lamentable la utilización
de este espacio público para fines de legitimación de un torpe actuar político
porque al frente de este organismo está un periodista que algún tiempo fue
respetado por ser más o menos inteligente y equilibrado, me refiero al
corresponsal del periódico nacional La Jornada, Misael Habana de los Santos.
Nada le cuesta a Misael ser objetivo e imparcial en el tratamiento del tema,
pero en lugar de hacer periodismo, desde la pantalla de RTG, sus lectores de
notas editorializan y azuzan a la población en contra de los que
despreciativamente llaman ayotozinapos. Misael es otra decepción del gobierno
aguirrista.
Por el camino de la
confrontación y la exacerbación social nada va a lograr el gobernador de
Guerrero. Tampoco nada logra sacrificando a todo un gobierno con el fin de
proteger a su secretario general de Gobierno, Humberto Salgado, a quien la
investigación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), ya ubica como
directo responsable, al menos, administrativamente, de lo acontecido. Que no se
olvide que el origen de esta tragedia fue la falta de atención y respuesta
veraz y objetiva a las demandas y problemas de los normalistas. Fue el
tratamiento dilatorio y estúpido con el que pretendieron minimizar a un grupo
altamente conflictivo como son los alumnos de Ayotzinapa, y a esto hay que
sumar todas las demás torpezas y violaciones a los derechos humanos que se han venido cometiendo.
Para evitar que este
conflicto siga escalando, lo mejor que debería hacer el gobierno de Guerrero
es: primero, llamar a una tregua a los normalistas para que ninguno de los dos
bandos realice acciones de provocación como marchas o campañas de medios hasta
que la CNDH concluya su investigación y dé a conocer su informe. Pero como en
el gobierno no hay interlocutores válidos, este llamado sólo corresponde
hacerlo a alguien con suficiente calidad moral para que se acate y sea creíble.
Segundo, tiene y debe
sustituir a su secretario general de Gobierno porque ya no tiene ninguna
calidad política ni moral para intervenir como garante en este conflicto.
Ninguna comisión de normalistas se va a sentar jamás con el que identifican
como responsable, pues se negó reiteradamente a recibirlos.
Y tercero, el gobierno de
Ángel Aguirre debe prepararse para afrontar las sanciones que se derivarán de
la investigación de la CNDH porque las habrá y a veces es mejor adelantarse. Y,
por último, tampoco es buena idea sostener lo del complot de los ex
gobernadores Rubén Figueroa y Zeferino Torreblanca porque sólo evidencia
torpeza y desesperación política al señalarlos sin pruebas contundentes.
Por otra parte, los medios
de comunicación afines a uno y otro bando, deben también, procurar la
ecuanimidad y evitar la polarización de la sociedad, pues nada nuevo y útil
aportan al debate público de este asunto al difundir, chismes, trascendidos y
filtraciones en defensa de un grupo o de otro.
Por el lado de los normalistas,
es necesario que sus asesores comprendan y asimilen la responsabilidad penal y
social a la que tendrán que sujetarse, pues es evidente que las acciones que
han emprendido para exigir justicia violentan las garantías individuales y los
derechos humanos de los ciudadanos. Tendrán que asumir la responsabilidad moral
y, en su caso penal, si así se comprueba, por el fallecimiento del trabajador
de la gasolinera incendiada. No se puede exigir justicia violentando los
derechos de los otros, ni se logra calidad moral y política por la vía de la
provocación y confrontación. No hay movimiento social, si este es repudiado por
la sociedad y las acciones de los normalistas no están legitimadas por la
sociedad. Ojalá lo comprendan. Así como no queremos que haya impunidad para el
gobierno estatal, tampoco queremos que haya impunidad para los normalistas por
sus acciones. Cada uno debe pagar la parte del daño que han ocasionado….
LA
CONTRA.
El alcalde de Acapulco,
Manuel Añorve Baños comienza el 2012 con el gobierno municipal de Acapulco
sumido en una pavorosa quiebra financiera. Su administración, caracterizada por
la corrupción y la malversación de los recursos públicos, arrastra adeudos
desde hace dos años. Hay decenas de proveedores a los que no se le han pagado
sus facturas y otros a los que de plano les dieron por perdido su documentación
con el fin de retrasar lo más posible la liquidación de sus adeudos. El
secretario de Administración y Finanzas, José Luis Ávila, no se le ve por
ningún lado, mientras la lista de deudores crece y el presupuesto desaparece
misteriosamente. Con un gobierno municipal corrupto e ineficiente, como el del
priísta Añorve, Acapulco perdió el rumbo del desarrollo. El gobierno del PRI
significó el mayor retroceso para el desarrollo económico y social del puerto
luego de los nueve años de gobierno perredista cuando Acapulco realmente
mejoró…. Pero ni enterado, el munícipe acapulqueño Manuel Añorve sigue
colgándose cínicamente de los resultados del gobierno federal y estatal en
materia de seguridad. Como cualquier sinvergüenza a Manuel Añorve le gusta
saludar con sombrero ajeno y muy ufano habla de que la seguridad en el puerto
mejoró pero no dice que es por el trabajo del gobierno federal. El Choky como
cariñosamente le dicen los acapulqueños, simplemente dejó en manos de la
delincuencia la seguridad pública del puerto y por eso la violencia se
incrementó en los meses pasados. Pedir que sienta vergüenza y pena por su
mediocridad y cinismo, sería mucho…. Hablando de Añorve, su esposa doña Julieta
y la del gobernador Ángel Aguirre, Laura del Rocío Herrera, parece que andan
compitiendo por el grammy Santa Teresa de Jesús. Todos los días miles de pesos
del presupuesto público se gastan en publicitar fotos y notas para destacar la
entrega de dádivas que cada una hace en distintos pueblos y colonias. Salen en
las fotos con poses y actitudes chocantes y con miradas de orgasmo místico como
la que tiene la escultura que hizo Bernini de esta Santa… De la esposa de
Aguirre se dice que en su afán de ganar la presea dadivosa, ha despojado a
todas las secretarías de una parte de su presupuesto, mismo que es transferido
sin previo aviso a las cuentas del DIF, ¿será cierto?... ¿Por qué dicen que el
DIF es la única dependencia que no sufre por falta de dinero?.... El
nombramiento del nuevo encargado de la Procuraduría General de Justicia del
Estado, Juan Manuel Herrera Campos, posiblemente vinculado familiarmente a la
esposa del gobernador, y quien fungió seis años como procurador en Campeche,
zona de influencia de los zetas, así
como la designación de Guillermo Jiménez Padilla como secretario de Seguridad
Pública Estatal, viene a reforzar y ampliar el ala priísta del gobierno de
Ángel Aguirre; ambos son sendos priístas….. Así como van los cambios en el gabinete
de Ángel Aguirre, no es de dudar que para el mes de abril no quede ningún
perredista en el gobierno de Guerrero y el peñanietismo se vaya imponiendo en
la línea de interés de este gobernador…. Hablando de candidatos, en el PRD no
tienen ni una pizca de vergüenza, dos verdaderas lacras sociales de Acapulco se
promueven como aspirantes a cargo de elección popular por ese partido: José
Guadalupe Perea, y Germán Farías. Vaya, vaya… En la próxima columna hablaremos
de una guía turística llamada Acuérdate de Acapulco con que la Secretaría de
Turismo de Guerrero dice promover a Acapulco. Verá usted qué decepción. http://jeremarki.blogspot.com/