El Partido de la Revolución
Democrática (PRD), en Atoyac de Álvarez, no existe dejó de existir, como su tan
fantasmagórica izquierda, cuyos integrantes, se puede remontar a unos cuantos
que ya rindieron gravamen a la madre tierra; y, otros que nunca en su mendiga
existencia sabrán o entenderán que es abrevar en esos extremos de la política o
del libre pensamiento. No tan solo por “leer” el Manifiesto de Carlos Marx; o
por llevar y traer en la sobaquera -apantalla zonzos- el libro de cualquier
marxista leninista.
Para entender los retos de
la izquierda que afronta la ciencia política actual, es mi opinión que primero debemos
entender los cambios que ha sufrido el mundo en los últimos años, y el papel
del Estado antes y ahora. ¿Y la derecha?
Para Norberto Bobbio lo que
caracteriza a una y otra ideología es que entiende cada una por la idea de
“igualdad”, es decir, que alcances toma para unos y otros este principio en una
sociedad.
Así, por un lado están
quienes consideran que los hombres que naturalmente son esencialmente iguales y
por lo tanto la desigualdad es una consecuencia de la sociedad de las malas
leyes y los malos gobernantes. Este es
el pensamiento de izquierda.
Pero un adjetivo es ser y
emplearse en la izquierda; y, otra serlo de voz, pero no de voto o devoto. Cual
más parlanchín de la izquierda sin entenderla y solo lo es en cualquier cuarto de
cantina o lupanar rasgándose las vestiduras. Que son muchos de esa ala, que
allí “compiten y conviven desgranando solo ideas o ideotas”. Porque liberales,
no creo que lo desempeñen, más bien creen que lo son. Pero desgranar este
espectro es de muchos términos, cualidades y capacidades académicas. El rollo y
la vaina de esto y a tratar, son simplezas.
El PRD, pierde en Atoyac de Álvarez,
por estar dividida; nadie trabajó para Andrés Manuel López Obrador; como tal,
lo hizo el PRI, que trabajó para Enrique Peña Nieto. Cada cual trabajo en diversas
élites. Unos dentro del PRD, Otros desde el Partido del Trabajo (PT) y los más
en Movimiento Ciudadano (MC), ¡Uy! ¿Cuánta unidad?
Y para muestra basta observar a AMLO. Pelea solo la recomposición de la elección pasada, los demás
perredistas lo hacen desde la hamaca o desde la silla de una cantinucha de mala
muerte, como su espíritu de “izquierda”. El PRD, se desgrana sin compactarse,
sin conjuntar criterios de los ¿hombres de ideas liberales? Ajá y ¿su voto
donde lo querían? Fue fiesta de negros.
Hubo una izquierda anarquista
como la de antaño; la hubo, sí individualistas; ni social como para entender el Partido del Sol
Azteca, lo que resultó de esto fueron hombres y mujeres de izquierda híbridos.
Para vergüenza de Proudhon, Bakunin o
Kropotkin, como también de Stirner, Godwin
o Thoreau, si acaso los han leído y aprendido.
El PRI, está allí, llegó, va
a gobernar y lo hará tal vez a su manera chapado a la antigua; o, tal vez ya
entendieron, este difícil arte de la gobernanza y hoy lo harán bajo otras
perspectivas no de la derecha ni de la izquierda, sino de una mejor forma de
hacer gobierno sin lucrar con la pobreza y sin tanto rollo de verse uniformados
con un lenguaje que a todos fastidia.
Ediberto Tavares Cisneros,
es el mandatario municipal y habrá de escoger a los mejores hombres y mujeres,
para sacar a Atoyac de este pantano, de esta Ciénega y lodazal en que se
encuentra; donde los cínicos y sinvergüenzas,
invaden las calles sin respeto a la ley y a la autoridad, luego entonces ¿Cómo
habrán de ser respetados, cuando son transgresores de leyes y reglamentos?; y,
otros lucran con los proyectos y planes para la sociedad, llevándose el botín
para su beneficio personal.
Atoyac merece ser una
ciudad, por hombres y mujeres que así lo deseen. Los más se quedarán en el
chiquero en que han nacido y crecido. Con una visión torpe y raquítica de ser
humano.
*www.gradoceropress.com
Consultor
en administración y Mass Media.