No estamos seguros de que el
estado de Guerrero sea una entidad de izquierda (ideológicamente hablando) pero
de lo que sí estamos seguros es de que la mayoría de los ciudadanos votaron a
favor de los partidos coaligados como son el de la Revolución Democrática, del
Trabajo y Movimiento Ciudadano.
Por lo tanto, se supone que si
estas tres fuerzas políticas se asumen como de izquierda y así lo pregonan y
los medios masivos de comunicación lo reproducen, pues debemos cuando menos
esperar que en sus acciones lo sean; luego entonces, debemos señalar que esta
entidad se vistió de amarillo, rojo y naranja y se despojó de la vestimenta
tricolor que la acompañó durante varias décadas, hasta que poco a poco la
alternancia se hizo presente en los ayuntamientos y diputaciones y finalmente
en la gubernatura, lo cual se ha replicado en forma constante.
Sin embargo en esta ocasión
(en la pasada elección del primero de Julio del 2012) los partidos de la
coalición Movimiento Progresista
lograron arrasar con todas las posiciones políticas federales como son las
senadurías y las diputaciones. Lo mismo sucedió con la mayoría de las diputaciones
locales y de los 81 ayuntamientos en disputa.
Huelga decir que la votación
fue profusa a favor de esta coalición y que el candidato presidencial, Andrés
Manuel López Obrador ganó de calle a su contrincante tricolor, Enrique Peña
Nieto, aunque como se sabe no superó el número de votos que en Guerrero
obtuvieron los candidatos al senado de la República ni de varios candidatos a
diputados federales, lo cual es un claro mentís para aquellos que afirman que
el factor López Obrador logró el carro
completo de legisladores en esta entidad, como también ha quedado comprobado
que el factor Peña Nieto no fue decisivo para que las fórmulas priistas se
alzaran triunfadores.
Frente a estos resultados
electorales será interesante hacer una revisión casuística en los municipios y
distritos locales para conocer la fuerza real de cada partido y de sus
candidatos, pues se afirma que en muchos lugares fueron los candidatos más que
los partidos los que lograron posicionarse en primer lugar.
El caso de Acapulco es
particularmente interesante analizar, ya que si bien se tenía previsto que el
candidato a alcalde por la coalición Movimiento Progresista iba a ganar con
amplia mayoría, no se veía que esto mismo iba a ocurrir en los distritos locales
donde solo uno de los candidatos a diputado perdió la elección frente a un
priista.
Se habla de que hubo mano
negra y que se cobraron ahí viejas facturas.
La verdad sea dicha. La ciudadanía que votó lo
hizo con suma responsabilidad pues castigó a quienes han querido o tratado de
manejarlos a su antojo y de querer tratarlos como niños o retrasados mentales.
El PRI perdió todo porque son simple y sencillamente inaguantables y soberbios.
La humildad se les olvidó y no leyeron bien los mensajes de los ciudadanos.
La lección que nos deja esta elección es
bastante clara: el voto ahora sí se utiliza para premiar o para castigar a los
malos gobernantes y para hacer a un lado a los partidos que no escuchan las
demandas de los ciudadanos que viven en comunidades rurales, en colonias,
barrios, conjuntos habitacionales, fraccionamientos o zonas residenciales.
Todos votan, todos pagan impuestos y todos sufren las calamidades que se
provocan cuando los gobernantes son ineficientes, omisos, corruptos,
intolerantes, autistas y sobre todo deficientes en su actuación como
responsables de la buena marcha de la comunidad.
Y si bien es cierto que la
mayoría sanciona a los malos gobiernos, también lo han empezado hacer con los
representantes populares, o sea, los legisladores que no actúan
responsablemente, no trabajan para poner al día las legislaciones y no sirven
como contrapesos ante los otros dos poderes (ejecutivo y judicial).
Hoy lo que hemos reconocido
nuevamente es que el ciudadano de Guerrero no es el mismo de hace dos décadas y
mucho menos es igual que el que se integró en estos dos últimos lustros, pues
ahora cuenta con mayores herramientas para hacer juicios de valor y de obtener
información mas puntual y precisa de la que obtenía antes.
Existen sus pros y sus contras
respecto a lo sucedido en Guerrero, peso esto será tema de otra participación,
ya que si bien debemos aceptar sin mezquindades quienes ganaron en esta
entidad, también debemos reflexionar si el poder que se entregó será
responsablemente utilizado por quienes recibieron el mandaqto. No queremos
siquiera pensar que se vaya hacer mal uso de este poder y que en lugar de
servir para avanzar sirva para que retrocedamos en nuestra voluntad de ser
mejores demócratas y de tener un sistema democrático de avanzada y de
proyección a futuro.
No olvidemos que los
ciudadanos somos parte de este tinglado electoral y que al igual que los que se
han hecho del poder público, compartimos responsabilidades, unos (los
políticos) de cumplir con su responsabilidad social y política y los ciudadanos
con la responsabilidad de vigilar que los representantes no se desvíen y mucho
menos hagan mal uso del poder y particularmente de los escasos recursos
económicos y amteriales con los que cuenta la entidad.
No olvidemos que la auditoría
social es responsabilidad exclusiva de los grupos no gubernamentales y de la
ciudadanía organizada, quien tiene el deber de denunciar una y otra vez y
cuando sea necesario, las malas acciones de los gobernantes y de los
representantes populares insertos en las legislaturas federal y local.
Tendremos tres años sin que
nada promueva la desatención de la responsabilidad de los nuevos gobernantes y
por lo tanto esperaremos que hagan su mejor esfuerzo para llevar a a mejores
estadios a esta entidad que sufren históricamente de una brutal marginación y
pobreza que nos coloca en la geografía nacional como una de las entidades de
mayores rezagos educativos, culturales, tecnológicos, no se diga de índole
económico y productivo.
Buscar el bienestar para los
guerrerenses debe ser la prioridad de los nuevos gobernantes que entrarán en
funciones en Septiembre y Octubre próximo.
No olviden que los
ciudadanos que sufragaron en la pasa elección estarán esperando que cumplan con
creces su responsabilidad para la que fueron elegidos.
Periodista/Analista
Político*