No, no se fue, pero nos va a llevar. Florestán
En los días de campaña, las encuestas parecían confirmar la prioridad del PRI solo después de la victoria de su candidato presidencial: la mayoría en el Congreso.
Si en las intermedias de 2009 había logrado 242 curules, parecía fácil, con el factor Peña Nieto, lograr nueve y muchas más para recuperar aquella mayoría perdida en 1997, hace 15 años.
Sin embargo, algo ocurrió en la jornada del domingo en la que habiendo casi duplicado su votación presidencial respecto a la de 2006, y aumentado el número de votos en la de 2009, el PRI perdió la Cámara de Diputados.
De acuerdo con el cómputo distrital, el PRI ganó 157 distritos de mayoría relativa y logró 50 de representación proporcional, lo que le da un total de 207 curules, frente a las 242 de 2009, es decir, perdió ¡35 diputados! en un proceso que parecía un día de campo.
Y no solo no alcanzó la mayoría absoluta, en la que soñaba: ni siquiera se acercó a la mayoría simple, 251, de la que se alejó dramáticamente.
Además del PRI, perdió el PAN al pasar de los 142 diputados actuales a 114 en la próxima legislatura, 52 de mayoría relativa y el resto, 62, plurinominales. ¡Más pluris que de mayoría directa!
¿Quién ganó entonces? El PRD, que en la actualidad tiene 64 diputados y en la próxima legislatura contará con 101, entre uninominales y plurinominales. Y si se suman los l9 del PT y los 7 de MC, el Movimiento Progresista se convertirá en la segunda fuerza con un total de 127 asientos en San Lázaro.
La pregunta sigue siendo: ¿qué le pasó al PRI que perdió 35 diputaciones cuando ganó la presidencial por más de 6 por ciento?
Eso se lo tendrán que contestar ellos: en qué y en dónde fallaron.
RETALES
1 NO HUBO SORPRESA. El que Andrés Manuel López Obrador haya desconocido el resultado de la elección presidencial estaba anunciado por él mismo: era su victoria o el fraude. Veremos ahora hasta dónde lo lleva. El jueves por la tarde lo anunciará. Pero si alguien me dice que desconocer un resultado no es crear un conflicto poselectoral, pues cada quien sus cubas,
2 FUERA. En el PAN, si se atreven a abrirse para diagnosticarse, corregir y reempezar, podrían iniciar una nueva etapa; el estar en la oposición les ayudará. Pero si creen que con sacar a Gustavo Madero de la presidencia del partido y expulsar a Vicente Fox es suficiente, estarán igual que al inicio de la campaña presidencial, lo que les llevará al mismo destino: la derrota, y
3 LONDRES. Eduardo Medina no forma parte del equipo de transición de Enrique Peña Nieto, que encabezará Luis Videgaray. Gualo, que sí es de los cercanos del mexiquense, permanecerá en la embajada de México en Londres hasta el final de este gobierno.
Nos vemos mañana, pero en privado