martes, 4 de junio de 2013

AGREDE E INTIMIDA DIRECTOR DE CLINICA DEL ISSSTE DE OMETEPEC, A PERIODISTA,DE COSTA CHICA. Osvaldo Rendón Ríos/Ometepec, Gro.

Daniel Pano Cruz, ¿Ignora?

Luego de que en la edición del 20 de mayo del semanario LA VOZ  la reportera Marina Salazar, publicara una nota en la que un grupo de derechohabientes denunciaban los desplantes prepotentes y las actitudes por demás altaneras y groseras que han recibido por parte de una empleada de dicha clínica, de nombre Eloísa Rodríguez Vázquez, el director José Luis Carranza Mogollón perdió los estribos en cuanto fue enterado por la misma Eloísa que yo, Karmelynda Valverde, sub directora y reportera de LA VOZ, estaba dentro de dichas instalaciones.
En el momento en que esta reportera obsequiaba un ejemplar de LA VOZ  a Nelly Luz Ortiz Torres, empleada también de esta clínica, un hombre  de mediana edad, sumamente alterado, me ordenó  ‘’¡Deme su identificación!‘’ enseguida me cuestionó ¿Quien le dio permiso de entrar a hacer publicidad? Acto seguido y bufando como toro loco gritó ‘’SEGURIDAD’’ como si se tratara de una delincuente sorprendida in fraganti. ¿Y este quién es? me pregunté en voz alta y en el momento un chavo que salía de uno de los cubículos dijo entre dientes ‘’el director’’.
José Luis Carranza Mogollón, director de la clínica del ISSSTE  volvió a gritarles a los de Seguridad, que en ese momento hacían de camilleros ayudando a subir a un enfermo que iba a ser trasladado probablemente a Acapulco. Yo comencé a caminar hacia el acceso principal cuando dos elementos de Seguridad llegaron corriendo a cerrar la puerta de cristal al tiempo que eran azuzados por una señora vestida de negro, con un atuendo más propio para ir a la Disco  que a un centro de trabajo,  que les ordenaba ‘’¡¡¡¡Tómenle fotos!!!’’. Como los pobres Polis no atinaban qué hacer, la señora esta comenzó a tomarme fotos con su celular. En ese momento la reconocí. Era la empleada que habían denunciado los derechohabientes de prepotente y grosera. Y su físico encajaba perfectamente con la detallada y acertada descripción que habían hecho de ella los afectados.
Ignoro que preparación profesional tenga José Luis Carranza Mogollón, pero lo que si queda me muy claro y ampliamente demostrado es su ineptitud e irresponsabilidad para estar en el cargo que ostenta, ya que en lugar de ocuparse de las constantes quejas que ha recibido de los derechohabientes  en contra de Eloísa Rodríguez Vázquez, la tolera y solapa, a grado tal de haberse desquiciado con mi sola presencia, en esa clínica. Mi única falta fue ir ahí,  llevar conmigo unos ejemplares de  la edición del 20 de mayo de LA VOZ y habérselos obsequiado a los pacientes que esperaban consulta. Claro, en ese número viene la multi mencionada denuncia en contra de Eloísa Rodríguez. Una vez más compruebo que la verdad no peca, pero encabrita y desquicia. Y el director de la clínica del ISSSTE José Luis Carranza, es el más auténtico ejemplo de ello. 
Estaba yo obsequiando el mentado semanario a alguien, cuando hasta ahí llegó el que unos minutos después me enteré que era ‘’el director’’ sumamente alterado, ordenándome que le mostrara yo mi identificación, para luego de forma aspaventosa gritar ‘’SEGURIDAD’’. Bufaba como toro loco, cuando me espetó en la cara ‘’Usted no tiene autorización de venir a hacer publicidad aquí’’ (¿??) Acto seguido volvió a llamar a los de Seguridad y también a exigirme otra vez que me identificara, cuando él en ningún momento mencionó quien era y porqué estaba tratándome de forma grosera y mal educada.
¿No debería entrar en sus funciones hablar con la susodicha y conminarla a cambiar sus actitudes en bien del funcionamiento de la clínica para la cual ambos prestan sus servicios y él ‘’dirige’’? .
Empecé a caminar hacia la puerta principal, cuando la voz del director Carranza a mis espaldas apuró a los de Seguridad. Al fondo del pasillo aparecieron corriendo dos elementos de Seguridad, que eran azuzados por una señora vestida de negro, con un atuendo más propio para ir asistir a un cocktail que a un centro de trabajo. En ese preciso momento me dí cuenta que se trataba de Eloísa Rodríguez, la mujer que fue denunciada  a LA VOZ por prepotente y malos tratos por los derechohabientes afectados.La descripción detallada que hicieron de ella encajaba perfectamente con la de la mujer que seguía azuzando a los Polis, quienes cerraron la puerta corrediza. Entonces Eloísa les ordenó que me tomaran una foto. Los Polis no atinaban qué hacer; uno de ellos puso cara de congoja y me pedía que me registrara en un librote. En ese momento Eloísa comenzó a tomarme fotos con su celular.
Una vez que fui prácticamente echada de la clínica, el director me alcanzó afuera para tratar de justificar su actitud deprovista de la elemental educación y cortesía que requiere la conducta de los servidores públicos. Insistió en que yo no tenía autorización para hacer publicidad, tratando de desviar la atención del verdadero motivo de su ira.  Porque está bien, supongamos que yo hubiera entrado a la clínica del ISSSTE, con un megáfono diciendo ‘’compre su periódico sólo 7 pesitos le cuesta’’ aún así, creo que no tenía el ‘’director’’ por  que tratarme como si fuera yo una delincuente.
 ¿‘’Lo que pasa es que ustedes los medios por 50 pesos hablan bien o hablan mal’’ me dijo ya afuera, a manera de justificación por su desquiciado arrebato. Dijo también que tenía que ser enérgico porque sí los derechohabientes tenían quejas, estos debían acudir a él no a un periódico. Se hace que la virgen le habla. Cuando él está consciente de que ha recibido varias quejas en contra de Eloísa, sobre todo cuando esta señora  estaba en el módulo de atención y lo único que hizo fue moverla de ahí.
Pareciera que las constantes alardeadas de Eloísa en el sentido de que está palanca en el Sindicato  han calado en el ánimo de este funcionario, pues vaya que se ha sometido a sus ocurrencias. A tal grado que ayer, Carranza Mogollón se encontraba en una reunión regional con algunos de sus colegas de otras clínicas de la Costa Chica, y en cuanto Eloísa se percató de mi presencia, se atrevió a interrumpir  dicha reunión, para informarle al director –vía la red interna- que ahí ‘’ estaba la del periódico’’ . Y él ‘’señor director´´ de inmediato obedeció sus instrucciones y bajó a armar el irigote.
Triste y de pena ajena su papel. Pero más preocupante es que opten por agredir, acosar, y hasta amenazar, con tal de no asumir sus responsabilidades. El señor defendiendo lo indefendible, porque hasta él han llegado las denuncias, y se hace el occiso. La señora, señalando y acusando sin ningún fundamento a sus compañeras de trabajo, de haber sido quienes proporcionaran información a LA VOZ. Dijo que va incluso a demandarlas. Dijo también que yo no sabía con quien me había metido y que nos iba ‘’a cargar la ver…’’, porque ella tiene un hijo que es Judicial. 

Quedan debidamente documentadas sus diarreas verbales y las amenazas, aquí, para la memoria colectiva  y en las instancias correspondientes, para que actúen en consecuencia en un momento dado.

¿Estará enterado mi apreciado don Daniel Pano Cruz, delegado estatal del ISSSTE de las abusivas y prepotentes actitudes de este par de supuestos servidores públicos de la clínica del ISSSTE en Ometepec?.