domingo, 2 de junio de 2013

Patrulla de papel. Por Enrique Castillo González De mi encuentro con el Pochitoque

Enrique Castillo González
Pues nada que, ya estamos de regreso luego de haber visitado el extraordinarios Estado de
Tabasco; la intención del viaje presentaba deltas mismas que trataré de recorrer con ustedes mis nueve lectores.

Hace casi un siglo, el capitán de Infantería del recién institucionalizado Ejercito Mexicano, Apolinar Castillo Rosas, se desplazaba con su tropa (a caballo) a la villa de Tenosique, sus órdenes eran precisas, establecer orden y paz en ese espacio geográfico y dejar sentir que el gobierno de la República estaba procurando unidad nacional; hace 45 años, el ya entonces General retirado Apolinar nos contaba a sus nietos del momento en que vio a la mujer, no a una mujer, a LA MUJER; ella se bañaba en el río junto con otras flores "esa mujer será la madre de mis hijos" sentenció y con esas palabras dejó claro a los otros soldados que ahí, en esa hermosa curra de largos cabellos negros, nadie podría poner sus ojos. Ah, por cierto, tuvieron 10 hijos.

la otra ruta pluvial de aquel delta que arriba comenté va en el sentido de conocer la ingeniería de la Seguridad Pública en ese Estado, no está demás recordar que fue ahí donde se descubrió que la Policía Preventiva acostumbraba a blindar sus intereses no legales generando "hermandades" y que ellos habían creado acciones para defender estos, "si venía alguna autoridad foránea a tratar de quebrar el camino de sus INTERESES ellos, los policías miembros de tal hermandad actuarían en consecuencia" y así lo hicieron, el atentado contra el Secretario de Seguridad Pública (Solis)  fue el parte aguas de lo que era la mafia policial a los esfuerzos que ahora se hacen para reformar la vida interna de esas corporaciones.
Pero, si me permiten, el resto de lo que le queda a esta semana he de usarlo para continuar comentando:

1.- Los avatares del capitán Castillo Rosas en Tabasco y
2.- Las reflexiones de mis lecturas en Tenosique, Zapata y Villa Hermosa.


Ultimo patrullaje.- y cuando me quería olvidar un poco de mis hermanos sangrones y celosos de mi presencia de hombre guapo, ¡madres! en el Parque de la Vente me encontré con un "Pochitoque"