La
mamá de Miguel Herrera, una señora ícono de una sociedad obesa, ya lo dijo
desde Brasil: “Dios nos va a dar el gane…”. Contrario al argumento de EPN,
“somos un equipo que va a ganar…” La desproporción declarativa es
diametralmente opuesta en cada uno de los. La mamá pone en las manos de Dios,
no se sabe cual; si el del judaísmo, cristianismo, islamita o azteca, el destino
de un encuentro de soccer. El presidente de las leyes secundarias en curso,
mientras rueda la bola, dice lo contrario a pesar de ser ésta una
administración cercana a la iglesia plagada de pederastas y mitrados con ligas
en el crimen organizado. Llama la atención la desproporción declarativa de EPN.
Ya perdió el sentido de la realidad con tal de estar en el centro mediático; la
cerveza Corona cambió su logotipo al verde, igual que el del canal de las
estrellas, que la corbata verde de Luis Videgaray y la pulsera verde que porta
EPN en la muñeca izquierda.
Hace
algunos años, se construyó en una comunidad rural del estado de Morelos, un
estadio formal, con gradas de sombra, cancha reglamentaria y empastada. Y para el encuentro inaugural, se invitó al
Club Zacatepec. Por azares de la vida tuve que decir el discurso inaugural, y
un achichincle del gobernador me dijo al oído: “dice el jefe que digas que el
equipo de Santa Rosa le va a ganar al Zacatepec…”. No le respondí y en mi
choro, toqué asuntos relacionados con agroindustrias, nuevas tecnologías de
entonces y rotación de cultivos y un campo competitivo y armónico con la naturaleza. Y en lo deportivo, dije que un
equipo de campesinos fuertes y sanos, campeones de la liga, se iban a enfrentar
a una oncena de profesionales y que no tenían, a pesar de las ganas la
posibilidad de triunfo.
Esta
anécdota que causó molestias al achichincle, me dio la razón, les metieron una
goliza fenomenal. Si yo hubiese dicho que el equipo local le iba a ganar al
Zacatepec, minutos después de la despiadada goleada que le propinaron al
conjunto de casa, por mi mentira, hubiera tenido severos problemas con el
pueblo dolido y los fans del equipo perdedor.
Pero
esto no lo entienden los políticos que han convertido a la mentira en su mejor
aliada, a sabiendas de que es una falsedad que las leyes secundarias traerán
trabajo, de que la reforma energética es lo mejor para México y una serie de
sandeces, y que gracias a un acuerdo entre cúpulas de la partidocracia, ya son
un hecho y una desgracia para México, incluyendo la erradicación del crimen
organizado.
Y por
más que la mamá del “Piojo” se lo deje a dios y EPN a un “gran equipo”, y
Calderón se tome un selfie en el estadio, es un vaticinio imposible de
comprobar que la oncena mexicana va a resultar campeona del mundo, como lo dijo
Peña Nieto. ¿Qué hará el pueblo mexicano ante tantas mentiras?
Poner
en comisiones las leyes secundarias durante el mundial, es un plan con maña
como ya lo han señalado múltiples analistas, igual la salida de los acuerdos de
la bancada del PRD. Pero ahora para una sociedad manipulada por el futbol, eso
no importa. El soccer es pasión, entrega y desilusión finalmente aceptada con
elogios, tales como; “lo importante no es ganar, sino competir”. “Por poquito
nos traemos la copa…”
EMPATE
Al
término del medio tiempo del encuentro entre la oncena representativa de México
y Brasil, lo notable que comenté con un amigo fue el constante close up al portero totalmente canal de
las estrellas, previo al inicio del encuentro, Memo Ochoa, que como acto
premonitorio, por su talento y buena suerte, ha detenido tres opciones claras a
gol de los cariocas. Un primer tiempo de errores y de dominio de Brasil con
esporádicas escapadas de la oncena verde, que hoy salió de rojo.
El
segundo tiempo, cambio esta cosa de la patada, finalmente los mexicanos dejaron
ese futbol impuesto por entrenadores suramericanos de pasecitos lentos y
atacaron. Tuvieron opciones de gol pero no cuajaron.
En este
lapso final, otra vez, el chico del close up, por suerte y mala puntería de los
cariocas detuvo otras cuatro opciones de gol muy claras por parte de los
bailadores de samba.
Y
al finalizar los noventa minutos de tiempo reglamentario, el empate con Brasil,
lo corean como una victoria los cronistas deportivos. El famoso complejo de
inferioridad marcado por Samuel Ramos, hoy fue superado por la oncena dirigida
por un Piojo. Lo siento por los brasileños que apostaron a su selección grandes
cantidades de plata.
Hoy
ha nacido un nuevo héroe nacional totalmente televisa, Guillermo Ochoa. Salvo
el remate con la cabeza de Neymar que detuvo lanzándose a su mano derecha, las
demás atajadas fueron circunstanciales y de suerte para él arquero del close
up, y mala puntería de los arietes brasileños.
¿Que
viene ahora? Las leyes secundarias siguen rodando y mientras la oncena mexicana
este viva en el mundial, se continuará entregando la riqueza de México a los
extranjeros, y los políticos encargados de este robo, seguirán mintiendo sobre
lo que realmente significa este paso dado hacia la reventa del país.
En
el negocio de la patada, siguen Croacia y Camerún. La firma de las leyes y en
puerta el referéndum de la izquierda abotagada. En tanto: “los diputados y
senadores/derogan leyes que satisfagan a los barbaros/se reúnen con los dueños
de la patria/intercambian regalos/las mujeres muestran sitios antes
pudorosos/el coro de la patria/se derrama en oradores/y todos apuestan su
garganta/a la firma de las leyes secundarias/Los senadores legislan/los
oradores revisan argumentos/los empresarios se concentran en cálculos/los
pensadores bostezan/las damas se besan la mejilla/y los obispos regurgitan. Por
fin/después de tantos años/se ha firmado la reforma energética/ y las leyes
secundarias. En pueblos, calles y ciudades/el pueblo no sale a celebrarlo/se
encierra en su misterio/a celebrar el vacío…”.