En los años sesenta, fue
muy popular la interpretación del merolico que hacía el entonces bailarín e incipiente comediante,
Sergio Corona. Recuerdo que mi finado tío, Domingo Díaz Pamplona, quien por
entonces piloteaba un avión comercial de Aerolíneas Vega, nos trajo a regalar
este disco LP, con la magistral
interpretación que el ahora también actor dramático, realizaba de este
personaje infaltable en toda feria pueblerina.
‘’Chumina animal del
demonio y atrás de la raya joven que estoy trabajando’’ fueron dos frases con
las que don Sergio Corona iniciaba las rutinas interpretando al personaje del
Merolico, una de las cuáles incluía la del Fosfovitacal que servía, según
decía, para prácticamente todo mal ‘’señora,
si en la mañana la boca le amanece sabiendo a centavo, si su
saliva le sabe a tierra, lodo, a caño, tome fosfovital’’. Pero también lo
recomendaba para solucionar otros ‘’males’’ ‘’si usted busca, boda, matrimonio o arrejunte, tome fosfovitacal’’.
Todo esto recordé, antier
cuando algunos compañeros de la prensa atestiguamos la reunión que tuvo el
presidente Omar Estrada con los compitas del Comité de Tianguistas y Ferieros
pozoleros, ahí en el corazón del polémico tianguis de Semana Santa, a la altura
del Hotel Montero. Pues bien, luego de los discursos, donde el alcalde les anuncio que el Cabildo
que preside, les daba permiso y bendición pa’que siguieran instalados otra
semanita más y que serían exonerados de apoquinar un pisajito extra, con la
condición de que alivianaran a la paisanada con descuentazos en sus mercancías
y de la réplica agradecida y compromiso de los tianguistas de que así lo
harían, tuvimos la oportunidad de presenciar la rutina de un joven ofertando
cobijas, almohadas y colchas de Tlaxcala. ‘’Mire, aquí le traigo la oferta,
vea, cheque, cualquier mujer quiere tener a un tigre en su cama, pues vea, aquí
tiene una cobija ‘’kinsaI’’ con el dibujo de
un hermoso tigre, el sueño de toda mujer, y aquí le va otra cobija, y
una almohada, y otra más, por 200 pesos’’.
No pude menos que sonreír al acordarme de una comadrita de Chichihualco, de mi rodada
en años, que siempre me hace la misma
pregunta ‘’¿En verdad comita, no le gustaría volver a tener marido?, ay porque
yo sí, aunque me deje la toalla mojada en la cama, los chones tirados en el
baño, la pasta de dientes aplastada y el lavabo escupido con pasta, yo si
quiero volver a tener un viejo aunque ya no me haga ‘’el hecho’’ pero que
siquiera me ‘’ranguñe’’ la espalda’’.
Debo decir que mi comadrita ha sido prolífera en
maridos pero que desde hace unos tres años, no
pesca ni un resfriado y su
alucine en busca de marchante va en aumento. Sin ningún rubor confiesa su
alucinada necesidad de tener a alguien ‘’enquesea para que me ranguñe la
espalda’’, por eso me acordé de ella al escuchar la tarabilla del jovenzón
señor, ofertando cobijas tlaxcaltecas. Digo,
ya que mi comadre no puede tener a un felino encamado en vivo y a todo
color, pintado en colorao como estaba en la cobija.
Ah, pero también me acordé
mucho de Osorio Chong, y no porque se parezca a felino alguno, pues ni siquiera
los ojos michis tiene este ñor, arajo hermanito chulo, pero neta que dan ganas
de ‘’ranguñarlo’’ y no precisamente la espalda, sino porque ya estuve bueno de
tantos visajes, puestas de escena, cuicos pa’rriba y cuicos pa’bajo,
chincualeadas gendarméricas ¡y taná seguridad!. Aunque viéndolo bien lo que
necesita después de una buena ‘’ranguñada’’ es una mega encobijada, con estas
cobijas tlaxcaltecas, pa0que sude bien la calentura.