Luis Carlos Rodríguez González |
A pesar de la grave
situación que vive el país en materia de inseguridad, violencia, deterioro del
poder adquisitivo y una no reconocida devaluación del peso contra el dólar, los
funcionarios y políticos mexicanos este año no fueron los más demandados como
“judas” para la tradicional quema de figuras de cartón y pólvora este Sábado de
Gloria.
Tradición que mezcla la
religiosidad, la historia y cada año el momento político y económico que se
vive, en donde la voz populi elige al villano favorito para quemarlo en una
especie de catarsis popular, lo mismo al Presidente de la República en turno,
al secretario de Hacienda, a líderes de partidos políticos, gobernadores o
empresarios.
Pero este año nuestros
políticos y gobernantes lograron librar la quema parcialmente y no por su buen
desempeño en el abatimiento de la pobreza, el revertir la deserción escolar o
frenar la ola de homicidios, asaltos y secuestros que incendian el país por los
cuatro costados. Fue Donald Trump quien los salvó, paradójicamente, de la pira.
Y es que el precandidato
presidencial republicano se convirtió en el nuevo “judas” de los mexicanos este
fin de semana, ya que en varios estados se elaboraron figuras de cartón con el
cuerpo del diablo y la cara del rubio empresario estadunidense que se perfila
como candidato al gobierno de Estados Unidos.
Trump, además de ganar
adeptos en los sectores conservadores de Estados Unidos y críticas entre los
demócratas, latinos y otras minorías étnicas, se ha convertido en una verdadera
cortina de humo, no sólo la provocada por los juegos pirotécnicos, para los
políticos mexicanos, ya que quedo claro que sus discursos antinmigrantes, en
favor de la deportación y la construcción de un muro fronterizo, nos han
distraído de nuestros verdaderos males o demonios.
La Semana Santa que
concluye y la Semana de Pascua que inicia dejo en claro que el tema de Donald
Trump es oxígeno puro para la clase política mexicana. Los secuestros y
desaparición de niñas y jóvenes en la capital del país, en los estados de México, Veracruz o Guerrero no tienen un
“judas” visible, tampoco los errores en la Ciudad de México en materia de
políticas ambientales y de tránsito.
En Nuevo León, Puebla,
Michoacán, Aguascalientes y la Ciudad de México centenas de “Judas” con la cara
de Donald Trump ardieron este Sábado de Gloria en represalia por las “amenazas”
del precandidato a obligar al gobierno mexicano a construir un muro fronterizo
y deportar a millones de paisanos, en caso de ganar la Presidencia de Estados
Unidos.
Lo único que le queda
decir al gobierno mexicano, a los funcionarios federales, a los gobernadores,
al propio Miguel Mancera, es dar la gracias a Donald Trump por ocupar el lugar
que a muchos de ellos les correspondería. Tal Cual.