Perdida en la selva
amazónica peruana, durante siglos la gran Catarata de Gocta solamente era
conocida por los habitantes de la aldea cercana del mismo nombre. Su existencia
no se dio conocer al mundo hasta el año 2006 por el explorador alemán, Stefan
Ziemendorff.
Un descubrimiento casual
que parecía pertenecer a otro época. Y es que un aventurero encuentre en el siglo
XXI, durante una excursión una de las mayores maravillas naturales del mundo
que había estado oculta durante años, parecía una historia imposible de creer.
Un hallazgo que no fue en
zonas inexploradas de la Antártida, ni los en rincones más olvidados del Congo,
ni en las montañas inaccesibles de Papúa Nueva Guinea. Fue apenas a 26
kilómetros de Chachapoyas, una ciudad centenaria de 35.000 personas.
Y todo gracias a
Ziemendorff que logro vencer las reticencias de los lugareños para localizar la
que es una de las cataratas más altas del mundo.
Protegida por la leyenda
de una bella sirena rubia, que vivía en sus aguas y que maldecía a todo aquél
que osara aproximarse a una vasija de oro que guardaba con la ayuda de una
serpiente gigante. Los lugareños no se arriesgaban a acercarse a esta impresionante
caída de agua de 771 metros.
En la actualidad "La
Chorrera" junto a la fortaleza prehispánica de Kuélap son un gran
atractivo turístico de la región que ha cambiado la vida de todos los
agricultores de la zona.
Fuentes: DenverPost.com: Peru waterfall brings a
torrent of emotions
BBC Mundo: Hallan colosal
catarata en Perú
El País: La gigantesca
cascada secreta de la sirena y la serpiente
The Seattle Times: Peru's waterfall in the sky - now
that's worth a hike