Se trata de Santa Cruz del
Islote, un islote que se ubica frente al Golfo de Morrosquillo (Colombia). La
extensión territorial de la isla es tan pequeña, que sólo hay 97 casas, en
donde viven unas 1247 personas de ellos 600 niños.
Al igual que un pueblo, la
isla tiene comercios, calles, callejones y una escuela.
Ocupa el primer lugar de
la lista de las islas más densamente pobladas del mundo, muy por encima de la
ocupación de Manhattan o de las islas de Hong Kong.
Con un promedio de más de
1,25 habitantes por cada 10 m², es decir, la densidad es de 125.000 habitantes
por km². Tantos y tan invisibles.
Lo reducido del terreno,
obliga a los habitantes a moverse a otras islas vecina si desean asistir a
misa, jugar al fútbol o enterrar a sus muertos. Había una mesa de billar pero
la quitaron porque ocupaba mucho espacio y además empezaron los problemas con
los turnos para jugar.
No hay policía y la única
figura oficial es un administrador designado por el alcalde de Cartagena al que
la gente ignora. Así que la estructura social de poder en el islote funciona
jerárquicamente por edad y se basa en cooperación y respeto. Las mujeres gozan
de la misma autoridad que los hombres.
Según Fernando Salinas,
Ing. Sanitario y estudioso de la zona dice que "Duermen tan juntos que
sueñan lo mismo".
Las más de 30 familias en
este pequeño mundo viven bajo un conjunto de reglas no escritas para mantener
el orden. Sin embargo, hay un individuo que representa la mayor figura de
autoridad moral. Es conocido como "Tío Pepe", abuelo de más de cien
nietos y con casi el mismo número de años.
La actividad principal es
la pesca, ya que durante todo el año se pueden extraer deliciosos alimentos del
mar su único vecino. Cangrejos, camarones, langostas y peces del Caribe
colombiano. Además se complementa con el plátano, yuca y ñame que se trae desde
tierra firme.