domingo, 6 de marzo de 2016

LA RESEÑA DEL LIBRO: LA GRAN BRECHA. Dr. Floriberto González González


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 Reseña del libro: La Gran Brecha, qué hacer con las sociedades desiguales, E. Stiglitz Joseph.[1] Taurus, 2015, México.

El libro “La Gran Brecha”, tiene un contexto: Estados Unidos de Norteamérica; y su tema es precisamente la gran brecha económica entre el 1 por ciento que lo tienen todo y el 99 por ciento que cada vez se empobrece más. Maneja algunas tesis que me parecen contundentes: a) La desigualdad no es un problema de la economía, es un problema de política pública; b) Jamás el mercado se regulará solo, es necesaria la participación del Estado; c) La desigualdad trae consigo inestabilidad, violencia, delincuencia y pone en riesgo al propio sistema; d) Nunca en la historia de la humanidad, unos cuantos le habían arrebatado tanto a muchos.

Inicia con una descripción lapidaria del 1 por ciento y del 99 por ciento. Ambos, dice Stiglitz, tienen diferentes preocupaciones, angustias, estilos de vida. A los primeros, les preocupa qué avión o helicóptero se comprarán la siguiente semana, en qué playa paradisiaca pasarán el fin de semana, o en qué país o banco estará más segura su riqueza. A los segundos, les preocupa qué comerán mañana, cómo conservar su empleo, pagar los estudios de sus hijos etc.. Sin embargo, al 1 por ciento le preocupa algo: que el 99 por ciento se revele y los pase a la guillotina. En México, ese 99 por ciento está a punto de explotar.

Con respecto a la primer tesis, plantea que el problema de la desigualdad y la pobreza, no depende de la economía, sino del diseño y aplicación de las políticas públicas, las cuales están diseñadas por quienes financian las campañas políticas, que es el 1 por ciento y para el 1 por ciento, de ahí que los partidos políticos cada día estén más desprestigiados y los políticos también, y los votantes desconfíen cada vez más de las elecciones. Es decir, el problema no es cuánto crece la economía de un país, sino cómo se divide la ganancia, y hasta ahora, y en México es palpable, el 1 por ciento se queda con una cuarta parte o más, lo que hace que la riqueza se concentre en la punta de la pirámide y la base se ensanche más, haciendo que la clase media en lugar de seguir escalando, retroceda. La clase media se está empobreciendo, ya que las ganancias van para el 1 por ciento y las pérdidas para el resto de la población. La fiesta embriagadora del 1 por ciento, la está pagando y con creces, el resto de la población.

De la segunda tesis dice que el peor error cometido por los gobiernos es pensar y actuar que los mercados se regulan solos con base a la oferta, la demanda y la competencia; eso, ha llevado a la ruina a las economías, y a ensanchar la brecha entre ricos y pobres. El mercado, dice Stiglitz, es tan voraz y depredador, que en nada le importa quienes ni cuántos empobrezcan, lo que le interesa son las ganancias al menor costo y en el menor tiempo posible. De ahí que el papel y la intervención del Estado sea fundamental. De no ser así, la historia ha demostrado que las sociedades demasiado desiguales, no son eficaces y sus economías no son estables ni sostenibles. Y pone como ejemplos a los países asiáticos, los cuales siguen creciendo, la inversión sigue llegando, y sus mercados son estables; por una simple razón, la mayor parte de las ganancias el Estado las distribuye hacia abajo: educación gratuita y de calidad, seguridad, empleo, salud y principalmente instituciones creíbles y democráticas, esto es, el contrato social es vigente y equitativo. En México, el contrato social está hecho pedazos, de ahí el estado de caos en que se vive, gastándose en cárceles y no en servicios.

De continuar ensanchándose la brecha, dice el autor, se pone en riesgo el propio sistema capitalista, ya que la violencia, la inestabilidad y el aumento de la delincuencia, pueden en algún momento rebasar el punto del no retorno, y las consecuencias serían catastróficas; creo que en México y principalmente en Guerrero, ya se rebasó. De ahí que me llame la atención lo que propone AMLO: “primero los pobres”, lo cual no es solamente un slogan de campaña, está precisamente proponiendo salvar el sistema actual. Desafortunadamente el 1 por ciento lo entenderá demasiado tarde, cuando le estallé en sus manos y tengan la guillotina en la nuca. La batalla entre unos y otros, se está llevando a cabo en todo el mundo.

El hecho de que unos cuantos tengan tanto, se debe a varios factores; uno de ellos, es el pago de impuestos, el 1 por ciento casi no paga impuestos, bajo el argumento de que generan empleos, lo cual es una falacia, siendo el 99 por ciento el que está financiando al Estado con sus impuestos que rayan hasta en un 30 por ciento; los bancos cobran comisiones a los ahorradores en lugar de pagarles intereses, y prestan el dinero de los ahorradores con altos intereses, y no sólo eso, ahora van por los ahorros de las pensiones.


Finalmente dice que: el gran reto del siglo XXI es la democratización de la política en serio y de las instituciones, para volverlas a hacer creíbles. No es posible, dice de nuevo, que un país tenga a doctores desempleados y sus funcionarios sean unos analfabetas; esto casi se lo dedicó al copetudo, y de paso al gober de Guerrero, al de Veracruz, al Cuau como presidente de Cuernavaca, a la Carmen Salinas, etc.. ¡¡¡Excelente libro!!!.