jueves, 5 de enero de 2012

PATADAS PREELECTORALES: LA REBELIÓN DE LOS OSCUROS Isaias Alanís


MIRADA INTERIOR

Por: Isaías Alanís

Inicia el año con el anuncio de que para marzo de este año en pleno proceso electoral inédito el cardenal Ratzinger convertido en papa ajeno a las tierras latinas, visitará nuestro país. Pese a que la huella mediática y guadalupana de Juan Pablo es corrosiva. Es una acción que violentará aun más a la turbulenta nación mexicana. No se olvide lo acontecido en España con la visita de Benedicto xvi. En un momento crucial, donde se elegirán gobernadores, senadores, diputados federales y locales, presidentes, síndicos y regidores, y que son las más grades de la historia de México. El costo estimado es de 30 mil millones de pesos, mientras en el  Reino Unido fue de 31.5 millones de libras,  equivalente a 619 millones de pesos, en el 2010. Las elecciones de este año en Estados Unidos, costarán 6 mil millones de dólares, 71. 2 mil millones de pesos.
Ante este gasto insultante para los pobres de México, las campañas generarán costos extras, invisibles para los órganos electorales y partidos políticos contendientes, pues antes de comenzar los comicios ya rebasaron el gasto de campaña. Pese a la cifra espeluznante ¿Cuál es el origen del dinero metido a las elecciones? Y la motivación de los que suspiran a un puesto de elección que no es ni popular ni representativa. Enrique Galván Ochoa, da la respuesta: “Alrededor de 25 mil ex funcionarios y políticos buscan un lugar en el próximo Congreso federal. Sin embargo, sólo están disponibles 500 asientos en la Cámara de Diputados y 128 en la de Senadores. La política es el camino para hacer dinero sin necesidad de poner un negocio. Es el mejor negocio. Sólo hay una vía para entrar al Congreso, las estrechas puertas de los partidos políticos, porque no se permiten los candidatos independientes”. (La Jornada/5/I/2012). Y en la misma nota Galván Ochoa da pormenores del gasto aprobado para este año: “de 3.7 billones de pesos, el gobierno central, y los organismos descentralizados como Pemex, IMSS, CFE e Issste, así como las instituciones autónomas como el IFE, Inegi y la CNDH, gastarán 11 mil 679 millones de pesos para pagar los traslados y viáticos de altos funcionarios, ministros, magistrados, consejeros electorales, tropas, etcétera. De esa suma corresponde a los miembros del Congreso un poco más de 402 millones de pesos. Tienen una gran imaginación para inventar viajes a todas partes del mundo. Aun siendo una cifra importante, resulta muy modesta si se compara con los beneficios que obtienen de los servicios de gestoría que prestan para que se asignen contratos multimillonarios a cuenta del presupuesto. No sería justo dejar de mencionar a los diputados y senadores que son la excepción. ¿En qué momento dejó de ser el Congreso un auténtico representante del pueblo? Ahora se entiende el porqué de la lucha encarnizada por mantenerse en la ubre.
En este escenario prelectoral, los hechos de violencia acaecidos en el penal de Tamaulipas, son aleccionadores; en una riña celebrada en el interior del reclusorio, perecieron 31 reos. Que se suman a los 50 mil muertos del sexenio y a los doce mil y pico del 2011, cifras que la presidencia maneja como “confidencial” o “reservada”. Entonces ¿para que la existencia del IFAI? A la violencia extrema del crimen organizado le agregamos el incremento de la gasolina mes con mes, la falta de empleos, el desplome de la economía mundial que afecta a México; la guerra inútil de Calderón, el adelgazamiento de la soberanía nacional, la ausencia de un plan económico emergente; la dependencia económica del Tío Sam. Y un sinnúmero de eventualidades naturales que ponen al país al borde del desfiladero. Pero sobre todo, las ambiciones políticas de grupos, caciques, retro y modernos. Si lo acecido el 12 de diciembre en Guerrero es producto de esta batalla sorda y estéril entre grupos de poder, intereses policiacos, del crimen organizado o torpeza de las instituciones policiacas cuyo objetivo es velar por la justicia y no acallar una manifestación a punta de balazos, estamos ante un hecho de múltiples vertientes y aristas. Lo ominoso, tres muertos. El gobierno de Guerrero ha asumido el rol con claridad en un evento tan oscuro; la separación del cargo del Procurador y del Secretario de Seguridad, sin duda es una acción que cortó los vasos interiores de la sospecha, de igual forma el arraigo de elementos policiacos estatales. No ha sucedido lo mismo con la policía federal. El 19 de diciembre sobre la autopista del sol cuando viajaba a Morelos, un grupo de federales con sus cosas salieron de Guerrero. ¿A qué se debió su escapatoria repentina o fue propio de las rotaciones que estos cuerpos realizan? El convoy que rebasé fue de 9 patrullas cargadas de elementos y un camión grande. ¿Se fueron de la entidad a tan sólo siete días de los hechos de la Autopista del Sol? ¿Quiénes fueron los elementos que abandonaron Guerrero y por qué? Esta pregunta quizá nunca tendrá una respuesta. También, ¿por qué el 12 de diciembre, fecha simbólica, se planeo el bloqueo, y las autoridades de la SEG, no lo frenaron a tiempo? ¿Y quién está detrás de los normalistas rijosos? ¿Los que pretenden entrar a la normal con un siete de calificación, o quienes le abonan a la violencia para evitar la acción de la justicia, meter raja política o apostarle a la ingobernabilidad y retrasar el desarrollo de Guerrero, porque una vez aminorados los graves problemas de pobreza extrema, se les acaba la chamba y el negocio?
Son preguntas que pronto tendrán una respuesta. Eso dependerá de la claridad con la que actúe el gobierno federal, el estatal y la justicia, castigando a los verdaderos culpables. Hasta entonces se podrá apagar el incendio que comenzó a la vera de un cruce de caminos y estalló en la bomba de una gasolinera. El gobierno estatal ha hecho lo conducente. Hace falta que lo haga el gobierno federal.
Las marchas de ayer en Chilpancingo, y la que está planeada para hoy en Acapulco, a favor del gobierno de Ángel Aguirre es un mensaje. Las protestas de los estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa que con las mismas tácticas pretenden a toda costa calentar al estado, ¿continuarán a pesar de lo que determine la CNDH y se castigue a los culpables, sean del bando que sea? Si es así, estaremos ante otro escenario que nublará los caminos de Guerrero y alentará desconfianza, más dolor, cuyo ingrediente satisface a los interesados en frenar el desarrollo del estado. La rebelión de los oscuros ya costó tres vidas humanas y podría costar más. Que la verdad salga a la luz lo antes posible y caiga quién caiga.