miércoles, 4 de enero de 2012

TERCERA VIA. MÁQUINA 501 Ernesto Rivera Rodriguez

Corre el corrido “Máquina 501 la que corrió por Sonora, por eso los garroteros, el que no suspira llora. Jesús Martínez, estaba… y así desde  Aquiles, hasta Gonzalo Rivas, y los héroes mueren jóvenes, pero por qué Gonzalo Rivas Cámara, ingeniero de profesión y empleado de la gasolinera Eva II, conociendo los protocolos de seguridad de la estación de gasolina, y conocedor por su entrenamiento y capacitación de que el sistema estaba cerrado y protegido, y de que no pasaría una catástrofe de  mayores consecuencia, como por ignorancia se ha venido divulgado por todos los medios desde el mismo día  12 de diciembre, y que por su inconsciente actitud  cometió un acto que lo llevó posteriormente a la  muerte.
Heroísmo, miedo, ¿la adrenalina?, ¿la presión?, la obnubilación de su pensamiento al ver la bomba en llamas, la presión del evento en curso, con los estudiantes embozados como delincuentes, con sus actitudes y acciones irracionales, quizá hasta sometidos por los intereses políticos superiores y fuera de su control,  y a los que se debieron y “deben”,  y  tuvieron que entregar, y que hoy con un homicidio “culposo” en su expediente buscan a como dé lugar deslindarse, porque no es lo mismo, llorar en la casa, que ver llorar en la ajena siendo corresponsables de ello.
Así la baja de Gonzalo Rivas Cámara, abre el expediente por homicidio culposo contra quien resulte responsable; que de los dos estudiantes caídos,  Gabriel Echeverría de Jesús y Jorge  Alexis Herrera Pino, la Procuraduría General de la República, tiene y lleva el caso, y de acuerdo a las indagaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado, ya tienen la “media filiación” de los responsables del incendio de la “bomba de gasolina” de la Estación Eva II, de lo cual se tiene información de las ya liberadas “ordenes de aprehensión” por el presunto homicidio culposo de Gonzalo Rivas Cámara.
“Jesús Martínez, el héroe de Nacozari, salvo a su pueblo de una verdadera catástrofe, y por cuyo acto no hay parangón, muy diferente  y lejano  con respecto al juego sucio,  efectista y manipulador que el gobierno del Estado de Guerrero, con el gobernador Ángel Aguirre a la cabeza, pretenden hacer del caso de Gonzalo Rivas Camarina, y no es solo la distancia en el tiempo, sino la propia circunstancia la  que los hace diametralmente diferentes, hasta en la supuesta heroicidad  del segundo.
No cabe la menor duda de que los arquetípicos asesores de Aguirre Rivero lo convencieron de rendir honores, homenaje y  respetos ante los restos del empleado gasolinera caído; pero por qué no hacer lo mismo, no rendir homenaje semejante  ante los estudiantes masacrados por las armas policiacas,  sean quienes hayan sido, que para la opinión pública sin lugar a dudas señala a los efectivos de la Policía Federal, con todo y el protagonismo infantil que ha asumido como guión de cartelera pueblerina el procurador con licencia, Alberto López Rosas, y que pretende según su visión maniquea arrinconar, obligar al gobernador del Estado a que le reintegre su nombramiento, cuando aún tiene  muchos pero muchos elementos y dudas que aclarar, no solamente a las autoridades competentes, sino a la ciudadanía guerrerense que a todas luces está comprometida  consigo misma y le tiene un gran blindaje al propio gobernador del estado, digan lo que digan y publiquen lo que publiquen los acérrimos enemigos de Aguirre Rivero, a quien el “tiro les salió por la culata.
Y respecto al ex procurador Alberto López Rosas, primero él tiene que aclarar la multitud de errores, declaraciones y omisiones que personalmente cometió y sigue cometiendo y  actuando como tal, sin ninguna autoridad,  y que todo esto a título personal lo puede ubicar,  por omisión, por mentir de que sus “pupilos” no iban armados, por no proteger el lugar de los hechos, por manipular los mismos, por sembrarles armas a los estudiantes, por torturar a los estudiantes y por obstaculizar el mismo proceso, y por seguir utilizando un  vehículo oficial de la Procuraduría de Justicia del Estado, para su servicio personal, y que sus ayudantes personales sigan usufructuando un salario, estando a su servicio personal, lo instala a él, a  Alberto López Rosas, y con la presión que viene ejerciéndole al C. Gobernador del Estado, Ángel Aguirre Rivero, para que lo reinstale  como Procurador de Justicia, lo ubican como un político utilitarista, y que lo único que busca a como dé lugar es salvar su “pellejo”, y buscar a toda costa una nominación a algún puesto de elección popular, sin importarle la condición de lealtad al político que confío en  él. Si Gonzalo Rivas Camarena, se mereció un homenaje, Alberto López Rosas, merece que lo investiguen a fondo. Email:gernestorivera@gmail.com