KARMELYNDA VALVERDE |
Ahora
que están, no digamos de moda, pero sí muy abaratados los políticos patito, esos políticoides fast track que de un día para otro
aparecen en algún barrio o una comunidad regalando bandejas de plástico, y el
vulgo comenta que ‘’fulanito ya anda metido de político’’ ¡y los tales se la
creen!. ¡Y qué decir de los (des) funcionarios ineptos y pagados de sí, que se
sienten bordados a mano!
Pena
ajena y pública, la neta, wei. Eso y sólo eso es lo que causan: pena, penita,
pena. Así de gacho Nacho se ha abaratado la política pozolera. Sí según esto, la señorita Wiki define la
Política como la ciencia y arte de gobernar, que trata de la organización y
administración de un Estado en sus asuntos interiores y exteriores. Y agrega
que también es la habilidad y diplomacia para tratar un asunto…estamos jodidos
todos ustedes, al verlos chafeando y confundiendo el arte de hacer política,
con un chafaltrafa chincuale querreque. Con un desempeño punto menos que
mediocre de ciertos servidores públicos, que también juran ante un altar que
conocen como la palma de su mano, los entretelones de la Política. Dicen los
que saben, que en política la forma es
fondo. Pero los tales aprendices de politicoides ignoran las formas y se clavan
en el fondo….pero de su aferrada querencia a apañar el poder.
Abundan
los improvisados, cosa que no es censurable porque nadie nace sabiendo, pero
quieren hacer política sin una actitud neta, con un doble discurso…¡simulación
pura!...y la gente lo siente, lo percibe, lo intuye y les sigue el juego, pero no
los convence.
Es
por todo esto que sorprende gratamente, que a pesar de que pululan los
farsantes en la función pública y la política pozoleras, haya todavía gente neta,
sencillota, sin ápice de prepotencia, sino todo lo contrario, funcionarios de
carne y hueso, que vibran, que viven, que tiene memoria de su raíces, de su
idiosincrasia…desgraciadamente son ejemplares muy raros pero afortunadamente en
la Costa Chica, contamos con un funcionario así, que en su momento ha sabido
hacer uso de la política de la forma más noble que es la más redituable: dando
cariño a la gente.
Por
todos es sabido que Efrén López Cortéz ‘’Chegueño’’ es además de el Number One del IGIFE, una persona con los pies bien puestos en la
tierra y el corazón en el pecho, que sabe latir al ritmo de las necesidades de
sus paisanos. No sufre ataques de amnesia, ni le produce Alzheimer el poder. Ya
fue presidente Municipal de su bien amado Azoyú, y ni siquiera entonces sufrió
de mareos, sino todo lo contrario, aprovechó esta circunstancia para ayudar
mucho más a sus paisanos. Es todo un personaje, no solamente porque hoy en día
es uno de los colaboradores más cercanos Gobernador, sino porque es un hombre
neta, de sonrisa que invita al acercamiento, a apapacharlo, a orar por él. Y
neta, esto no es sobaqueda mía, pues con estos pizpiretos ojitos que se han de
comer los gusanos, pude comprobar lo que afirmo. Sí, el pasado 8 de mayo,
durante su fiesta de cumpleaños, quedé boca abierta y gratamente sorprendida,
al constatar el cariño tan grande que no solamente sus paisanos azoyutecos le
tiene, sino los costachiquenses y guerrerenses en general. ¡Qué manera de
demostrarle su cariño! Y Conste que no me estoy refiriendo a sus compañeros
funcionarios del gabinete de la administración estatal que encabeza Ángel
Aguirre, nooo, sino el pueblo, gente de escasos recursos económicos llegando a felicitarlo llevándoles unas
piezas de pan de regalo, fruta, quesos, etc.
¡Wooow!
Auténticas demostraciones de cariño, wei…Chequeño ha sabido sembrar amor y está
cosechando cariño a raudales. Y esto compañero, no se compra con ningún dinero
del mundo. Chegueño es apreciado, respetado, y ese cariño y ese aprecio que con
tanta sencillez ha sabido cultivar, ha trascendido a lo largo y ancho del
estado. No sabemos si Chegueño tiene aspiración a la Diputación Federal, pero
debería irlo pensando, porque de seguro ¡arrasa!....sin andar comprando votos
¡neta!
Algo,
‘’asinita’’ aunque sea habían de aprenderle sus compañeros funcionario y los
que cargan metido entre ceja, oreja y rabo el chincuale querreque. ¡He dicho!.