ISAÍAS ALANÍS |
En la ruleta rusa
priista las cosas no se le acomodan al partido que hoy gobierna México. Se les
ha hecho cocas el tiempo mexicano de la violencia y la economía, entre otros
asuntos internos que agobian a los mexicanos ha sido duramente criticada por
dos de los tres más
importantes medios de economía en el mundo. El Financial Times y la revista The
Economist, ponen en duda la conducción de la política económica por la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), sus errores estratégicos y la
no previsión acertada del crecimiento económico. Esta novatada del gobierno
actual, pone a dudar a inversionistas nacionales y extranjeros sobre “las
promesas del Presidente Enrique Peña Nieto de llevar al país a una
“transformación”…”.
Y en esa misma ruta de quebradura de la economía nacional, el INEGI: dio a conocer que en el primer
trimestre, el PIB sólo creció un 0.28%; mucho menor de lo calculado por la Secretaría
de Hacienda.
En otro frente, en Michoacán
el gobierno federal anda dando requiebros con la figura del medio gobernador de
apellido Vallejo y los enredos de su gabinete con el crimen organizado.
En el estado de
Guerrero, la caballada sestea a contracorriente en aguas turbulentas. Los
aspirantes a la gubernatura, Mario Moreno Arcos, Manuel Añorve, Cuauhtémoc
Salgado y Héctor Astudillo Flores, más los que se apunten, con la excepción de
Moreno Arcos y Añorve Baños, los demás no las tienen todas consigo.
Mario Moreno, pese al
affaire montado o no, del atentado a Pioquinto Damían Huato, es el que mejores
cartas tiene. No lo ve mal Peña Nieto ni Luis Videgaray. Es un político de
tiempo completo que se mueve bien en todo el estado. Es conocido y tiene una
estructura paralela a nivel regional. Su condición de coordinador de los
presidentes municipales de Guerrero, lo coloca en una situación estratégica de
operatividad político y de gestión, así como la relación directa que tiene al
interior de la cúpula peñista y ser visto con buenos ojos por personajes de
peso; endógenos y exógenos de primerísimo nivel.
MARIO MORENO ARCOS |
Incluso, Moreno Arcos,
podría, en su caso, ser bien visto por MORENA o el PRD como lo asegura un viejo
militante del sol azteca en caso de que el choque de trenes produzca una
fractura al interior de los grupos de poder priista que tienen las riendas del
estado en sus manos y que son exógenos y endógenos. Guerrero es un estado
estratégico que a mediano plazo generará mucha riqueza y pues ya se afilan las
uñas.
Manuel Añorve, se mueve
en las aguas camarales como pez en el agua contaminada de la Bahía de Santa
Lucía, donde cuando fue presidente municipal, se sumergió en las emponzoñadas
olas del Puerto de Acapulco, enfangándose y al no poder dar explicaciones
claras de la finanzas públicas porteñas, emergió con las aletas embarradas de
lodo que generó desconfianza y con una deuda inmensa dejada a Acapulco.
Es un hombre que se
sabe mover en todas partes. Sin embargo, el priismo no le apostaría todas sus
fichas porque el desprestigio real o de la vox populli de Añorve Baños les
mermaría votos. Ya se la jugó contra
Aguirre y se la volvería a jugar, no tanto por la gubernatura para el 2015,
sino para una senaduría, que gracias a sus buenos oficios prestados al PRI,
tiene bien agarrada.
Héctor Astudillo es uno
de los políticos más lúcidos, pero ya se le quemaron las habas. Y también
buscará una curul al igual que el ahijado de Emilio Chuaiffet, “el bigote que
calla”, Cuauhtémoc Salgado.
Los dos caballeros del
tricolor de Guerrero, Rubén Figueroa Alcocer, que ató los hilos para liberar a
Olaguer Hernández Flores y un René Juárez que dormita en las
sesiones del senado, tienen la fuerza para pelear espacios y desde luego la
gubernatura. La prueba de ello son las delegaciones federales donde tienen a su
gente al frente de esas responsabilidades estratégicas electorales. Pero como
lo dijo el único filósofo que ha tenido Guerrero, Rubén Figueroa Figueroa, “la
caballada esta flaca”, de no ser porque hay dos que la podrían engordar si los
alineamientos endógenos y centralistas del gobierno de Peña Nieto no meten la
pata. Mario Moreno Arcos es el que está en el carril de alta velocidad, por lo
mismo ha generado reacciones encontradas entre sus propios correligionarios, fáciles
de salvar pese a las dosis de fuego amigo nada letal azuzadas por sus enemigos
de siempre al intentar bajarlo del cuaco cuando a estas alturas va a todo
galope.
El PRI, también podría
administrarles la misma receta del prd y buscar en las filas del sol azteca a
un personaje elástico que lo mismo va por el pan, pri o por el partido que sea,
Armando Ríos Piter, cuyo perfil universitario, bróker político y servicial con
el poder le ganó el mote de “achichincle de Peña Nieto”.
En Guerrero se podrían
invertir las agujas del reloj político, si la ecuación se complica, podría ser candidato
del tricolor en una jugada desesperada o enviada desde la cúpula en el poder
sin posibilidades de triunfo dada la animadversión que se ha ganado en la filas
del PRD que se volcaría con el candidato que sea el bueno del sol azteca, Sofío
Ramírez, Sebastián de la Rosa o Beatriz Mojica.
Moreno Arcos, se
perfila con fuerza por parte del tricolor para la gubernatura y va a la punta; todavía
falta mucho y ya no falta nada, salvo respetar los tiempos electorales y si el
tricolor pretende recuperar Guerrero, le va costar sangre sudor y lagrimas, si
usa el mismo esquema que bajo del caballo a Ángel Aguirre Rivero que se vio
obligado a lanzarse por el PRD y ganar brumadoramente en los comicios pasados a
sus mismos ex correligionarios. En el 2015, podrá darse el mismo fenómeno.
Las alianzas
estratégicas, totalmente pragmáticas y de conveniencia, van a jugar un papel
central en este proceso.