Héctor Astudillo Flores asumió la gubernatura del estado de Guerrero en
medio de una terrible crisis financiera
con problemas graves de inseguridad pública y con un tejido social que pende de
un hilo, sin embargo, conforme van pasando los días se ha ido recuperando la
confianza en el gobierno que encabeza.
El político chilpancingueño se ha caracterizado por tener una carrera
política discreta pero constante, institucional con su partido político, el que
le ha dado todas las oportunidad para ocupar un cargo de elección popular, desde
donde a servido a su patria chica, a gobernado la capital del estado y ha sido
un digno representante de Guerrero en el concierto nacional político del Senado
de la República y la Cámara de Diputados Federal y Local.
Héctor Astudillo Flores mostró gran madurez política cuando perdió la
gubernatura del estado y fue más humilde al reconocer que los resultados le
habían sido adversos, en la tranquilidad de su hogar y con el apoyo
indiscutible de su familia, Astudillo Flores recobró el ánimo y decidió a
dirigir los destinos de sus compañeros priistas en Guerrero, al frente de la
dirigencia estatal entregó buenas cuentas a su militancia.
Héctor Astudillo ha sido un político prudente, sereno, firme, de hablar
claro, con él la palabra tiene un valor importante y al empeñarla la cumple a
cabalidad, nunca se ha destacado por sus escándalos y menos por sus
declaraciones irresponsables, al contrario, ha sido firme cuando la situación lo ha merecido y ha
renunciado cuando considera que el
chantaje y la presión son el camino errado para llegar a los acuerdos.
Astudillo Flores es un caballero de la política, prudente, mesurado, le
gusta escuchar y tomar decisiones, es de los que prefieren un buen dialogo a un
mal pleito, quizá por eso, tiene mucha importancia su visita al municipio de
Huitzuco de los Figueroa, en donde fue respetuoso con el ex gobernador del
Guerrero Rubén Figueroa Alcocer, a quien le reconoció su liderazgo político en
la entidad.
Días antes había declarado que el ex gobernador de Guerrero Ángel Heladio
Aguirre Rivero sería siempre bienvenido al estado, aunque aclaró que no
contaría con seguridad especial en caso de pisar tierras surianas.
Héctor no es un político que le guste la confrontación, es un político que
dialoga y con el se puede mantener una
comunicación directa sin tantos formulismos burocráticos, quizá porque sabe que
eso en nada ayuda a la gobernabilidad en el estado.
El gobernador Astudillo sabe que en Guerrero las cosas no son nada fáciles,
que para lograr alcanzar la gobernabilidad plena es importante mantener el
dialogo primero con todos los guerrerenses, escuchándolos en sus comunidades,
colonias, ciudades y por ende en cada municipio que integran las siete
regiones, de ahí que sus giras de trabajo están por todos lados, siempre cerca
de la gente, de los que menos tienen.
Y cuenta con la mejor aliada que pueda tener, su esposa Mercedes Calvo de
Astudillo, quien desde siempre ha sido su brazo derecho en todas y cada una de
sus respectivas campañas políticos en las que ha participado, el DIF Estatal
es, ha sido y será el rostro amable del gobierno de Guerrero.
Ambos lo saben, por eso cada uno por su lado, le ponen fuerza y corazón al
trabajo que hacen a favor de los guerrerenses.
Es cierto que hay inseguridad pública en todo el estado, es cierto también
que hay violencia en las calles, es cierto que la delincuencia organizada hace
de las suyas, sin embargo, el gobierno de Astudillo está trabajando para coadyuvar
en la parte que le corresponde que es la prevención del delito, y se encuentra
trabajando para darle certidumbre financiera a todos los proyectos y programas
de gobierno que tiene cada secretaria de despacho con el firme propósito de que
el gobierno que encabeza no se paralice “ante la falta de recursos imaginación”
y en eso anda. Veremos que pasa.