¿Estarán vacunados gobernadores y altos funcionarios públicos de los tres niveles de gobierno contra la tentación del abuso de poder, tráfico de influencias y conflicto de intereses?
Aprobadas las reformas anticorrupción y de transparencia darán la pauta para escarbar en esos terrenos de lo prohibido, espacios de opacidad e impunidad en el ejercicio del poder público.
Pero, igual y estas enmiendas constitucionales alcanzan a los prohombres de los Poderes Judicial y Legislativo, siempre con el riesgo de emprender el camino de retorno mediante el incumplimiento, la omisión y el valemadrismo que suele ser sello de gobernantes, jueces y legisladores.
El tema es de sustancia básica en estos días en que priistas, panistas, perredistas, emeceístas, neoaliancistas, petistas, ecologistas y los de reciente ingreso: morenos, humanistas y de encuentro social buscan el mayor número de curules en la Cámara de Diputados, las nueve gubernaturas en juego y una importante cantidad de alcaldías, regidurías y diputaciones locales, mediante mecanismos propagandísticos poco ortodoxos, aunque nada inéditos.
Porque, mire usted, los hay lobos con piel de oveja, los de mentiras a medias y verdades bajo sospecha, los de la demagogia maquillada y pecadores que se alzan ánimas redimidas con el mismo discurso florido y encantadores de serpientes, difamadores profesionales que echan a andar una versión con tal seriedad que el ciudadano la toma como absolutamente cierta.
Y se acusa con tal contundencia que el acusado llega desarmado frente al juicio ciudadano, pese a contar con elementos de inocencia. Así son, así han sido, así seguirán siendo, aunque sea gerundio.
A estos políticos se les ha pillado con las manos en los dineros y es tal su cinismo que prácticamente aducen haber sido clonados, juran y perjuran que se malinterpretó el acto e incluso que hasta el video fue editado, manipulado de tal forma para levantarles falsos testimonios.
El mejor ejemplo de esa praxis, René Bejarano, estuvo en prisión y contó con el manto protector de Andrés Manuel López Obrador, quien transita entre la impunidad y el cinismo, la recurrente condición de asumirse víctima del sistema, éste que con el entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León se hizo que la virgen le hablaba y le perdonó una falta ante el Instituto Federal Electoral que admitió antigüedad de residencia al tabsqueño para ganar la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
Y luego Vicente Fox, el “demócrata” que perdonó adeudos millonarios a sus hermanos y a él, incluso, y le tuvo miedo a una reacción en cadena del lopezobradorismo y lo indultó cuando la Cámara de Diputados lo había desaforado para ir a prisión. Le pesó que El Peje fuera a prisión y ganara la elección presidencial, su sucesión, desde las mazmorras de algún reclusorio de los tres que hay en la capital del país, porque el penal de Santa Martha Actatitla es para sentenciados.
Hoy, en plena campaña presidencial adelantada, en uso de millonarios recursos destinados para los candidatos del Partido Movimiento Regeneración Nacional, una insultante violación al sentido común, porque está visto que en el Instituto Nacional Electoral temen que, de proceder en contra del tabaqueño se arme una situación de crisis que empañe al proceso electoral, como si el lodo con el que ha sido salpicado no fuera una muestra suficiente y hasta excesiva del paso de la inmundicia discursiva y de spots e imágenes en videos.
Hoy, priistas y panistas echan campanas a vuelo y aseguran que en la LXIII Legislatura federal serán mayoría. Hoy, con las armonías propagandísticas del Partido del Trabajo y del PRD, fundamentalmente, priistas y panistas descalifican tareas ajenas y desmerecen el trabajo propio.
El uso de millonarias prerrogativas que se van al caño y sólo una ínfima parte se utiliza para enviar un mensaje de civilidad política que no permea entre los electores, porque la estridencia prohijada desde el propio Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación posibilita una equivocada concepción de lo que se dice ser libertad de expresión.
A partir de este viernes 1 de mayo, el proceso electoral 2015 contará con alrededor de 34 días para ofrecer al potencial votante un mensaje de naturaleza civilizada, con contenidos de oferta social, no promesas de imposible cumplimiento, no rollo de más de lo mismo.
Pero, igual, en estos treintaytantos días prevalece el riesgo de que los gobernadores, algunos en postura de señores feudales, caigan en el pecado de la tentación y pretendan inclinar la balanza a favor de sus candidatos con el riesgo del desprestigio y el ilícito que lleve a la batalla postelectoral.
El riesgo lo advierte alguien que sabe bastante de los entretelones de las campañas electorales, de cómo y de qué lado masca la iguana en estos menesteres, el diputado Manuel Añorve Baños, actual vicecoordinador de Debate Legislativo de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, a quien los operadores de Ángel Heladio Aguirre Rivero maltrataron hasta el cansancio en el proceso electoral de 2010-2011, es decir, en la campaña al gobierno de Guerrero.
En entrevista se le planteó que pareciera que en Guerrero hay ingobernabilidad, a pesar de que ya se ratificó al gobernador interino (convirtiéndolo en gobernador sustituto). Pero Añorve respondió como si le pregunta hubiese sido otra. A saber.
“Lo que le hemos dicho al gobernador interino, Rogelio Ortega, ya ratificado, es que no caiga en la tentación de tratar de influir a favor de un partido político y su candidata; que no caiga en esa tentación; él debe mantenerse como el garante de la elección concurrente que tenemos en Guerrero, para el 7 de junio. Y ninguno de sus funcionarios debe tener la tentación de ayudar al PRD, donde él ha manifestado sus preferencias.
“Espero que Rogelio Ortega continúe como queremos, trabajando, haciéndole frente a este tipo de problemas que todavía señalan crisis en algunas regiones del Estado, y que sea el garante de una elección democrática que se debe dar el 7 de junio”. ¡Será que el académico Rogelio Ortega, metido a gobernador porque no había de otra, es de esos lobos con piel de oveja? En Guerrero todo cabe. Y Manuel Añorve no acotó la previsión porque se le pegó la gana. Conste.
MIÉRCOLES. Por cierto, ya alzó el PRD la campaña para acusar a Rosario Robles Berlanga de operar programas a favor del PRI. Pero, tal es el caso del vicecoordinador de la fracción del PRD en la Cámara de Diputados, Carol Antonio Altamirano, acusó de lindeza y media a la secretaria de Desarrollo Social pero no presentó prueba alguna. Difama que algo queda. Vaya, vaya, vaya. Digo.
@msanchezlimon