Zenosina, la sensación de que el paso
del tiempo cada vez va más rápido. Vivir nuestras vidas sintiendo que cada año
que pasa es más corto que el año anterior.
Una portmanteau o composición
lingüística formadas por las palabras:
Zeno, que deriva de Zenón de Elea
filosofo griego que ideó una serie de paradojas. Como la paradoja de Aquiles y
la tortuga donde que se preguntaba cómo Aquiles puede alcanzar a la tortuga si
primero tiene que llevar a cabo una serie de pasos cada vez más reducidos +
Mnemosina, la personificación de la memoria en la antigua mitología griega.
Definición creada para el Diccionario
de Obscuras Tristezas, un compendio de palabras inventadas. Cada definición
original pretende llenar un hueco en el lenguaje - para dar un nombre a las
emociones que todos podríamos experimentar, pero que aún no tienen una palabra
que lo defina.
Y es que la sensación de que la vida se
está acelerando es un aspecto demostrado del proceso de envejecimiento. Los
experimentos indican que nuestra habilidad para evaluar el paso del tiempo se
altera con la edad.
Pero la forma en la que evaluamos el tiempo
sigue siendo un misterio.
Nadie ha podido encontrar ningún área
específica del cerebro dedicada a la percepción del tiempo. Tenemos un reloj
biológico que regula nuestro ciclo de 24 horas de sueño y vigilia, pero sólo
rige nuestros ritmos circadianos y no juega ningún papel en la estimación de
los segundos, minutos o años que pasan.
Mientras tanto, los estudios en los que
a niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) les dan
tareas de estimación de tiempo muestran que éste pasa muy lentamente para
ellos. Eso respalda otros hallazgos que apuntan a que la percepción del tiempo
está relacionada con el sistema de la dopamina en el cerebro. Así que para esos
niños, quedarse sentados quietos durante cinco minutos puede parecerles una
eternidad.
Dicho esto, la idea de que en la
mediana edad se siente como si el tiempo se va más rápido parece ser un mito.
En realidad, depende de los plazos que
se están considerando. En los estudios de la percepción del tiempo, los adultos
de mediana edad cuentan que las horas y los días pasan en lo que parece una
velocidad normal, y son los años los que pasan volando.
Hay un remedio. Si deseas que el fin de
semana no pase tan rápido, no lo pases tumbado en el sofá y viendo la
televisión: llénalo de nuevas experiencias.
Aunque debemos preguntarnos si
realmente queremos ralentizar el tiempo. Si nos fijamos en las circunstancias
en las que la evidencia nos dice que el tiempo parece pasar lentamente, estas
incluyen tener una fiebre muy alta, sentirse rechazado y tener depresión.
Así que, por sorprendente o frustrante
que pueda parecer, tal vez si la vida se te está pasando como un rayo es señal
de que las cosas van bien.
Vía
BBC Mundo