Con la barbarie
instalada en la sede del congreso local de Morelos, los diputados que no leen
ni lo que van a legislar o sólo levantan el dedo y extienden la mano para
recibir la dádiva del dictador. La Universidad Autónoma del Estado de Morelos, fue
atacada por estos diputados mercaderes. LA UAEM es una institución que se ha
forjado con el ánimo y las buenas razones de morelenses distinguidos; un centro
donde convergen las inteligencias y las ciencias universales, de pronto tuvo un
intento de golpe de estado a su autonomía de la forma más absolutista,
retrograda y propio de una dictadura y no lo que se supone existe en México que
es una democracia, le sacó la casta a los universitarios morelenses.
Afortunadamente su
rector Alejandro Vera, maestros, estudiantes, trabajadores y organizaciones
sociales a las que la universidad les ha abierto la puerta ante la cerrazón de
un gobierno de ambiciosos como es el de Graco Ramírez Garrido Abreu, de “ilustres
apellidos” tabasqueños. Algunos pensadores cuernavacos aseguran, que desde la
oscuridad de su silla organizó este atentado y le salió el tiro por la culata.
En un abrir y cerrar de
ojos los reflejos de la comunidad universitaria saltaron como resortes y se
organizaran para detener y doblar a los legisladores, que al decir que se
equivocaron, que no leyeron sobre lo que legislaban y escondieron en su
bolsillo el dinero obtenido, se convirtieron en mercachifles, en representantes
populares de su familia, del gobernador y de sus intereses. Esos diputados no
representan a nadie. No valen lo que se le quita a un cacahuate.
La comisión de puntos constitucionales
y legislación de la legislatura del congreso del estado de Morelos,
recibió para su análisis y dictamen correspondiente, el 24 de junio del 2015,
la iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y
derogan diversas disposiciones de la constitución política del estado libre y
soberano de Morelos, en materia de transparencia y de combate a la corrupción,
presentada por los diputados Lucía Virginia Meza Guzmán y Edmundo Javier Bolaños
Aguilar. EL PRD pactista y el PAN de la derecha. Izquierda y derecha juntas
para cometer un acto de pillaje a la máxima casa de estudios y a los morelenses.
Las argucias legaloides son igual o peor de
infames que los sinápticos puntos constitucionales que se pretendieron imponer.
La verdadera corrupción es la que a diario practican funcionarios, presidentes
municipales y consentidos del gobernador a la sombra del poder. ¿Por qué para
ellos no existe persecución alguna?
Ante este atropello a
la razón, la actitud viril del rector Alejandro Vera, nos recuerda al también
rector de la UNAM Javier Barros Sierra defendiendo a la universidad en los
tiempos del gorilato de Díaz Ordaz. Cuando la soldadesca no sólo disparó contra
estudiantes y ciudadanos, asesinando a miles y metiendo en la cárcel a lo más
granado de la inteligencia mexicana; sino que tomó por asalto a bayoneta
calada, no sólo la prepa Ochoterena por la que dio principio el movimiento
popular de huelga después del bazukazo a la puerta centenaria de esa
institución, sino cuando los tanques y soldados invadieron el campus
universitario en aquellos días aciagos del autoritarismo priista. Hoy, pero de
la mano del PRD, en Morelos volvió a surgir la bota legislativa que fue
derrotada por la inteligencia, la razón, los argumentos y por los miles de
estudiantes y ciudadanos que lo impidieron.
Hoy el liderazgo de
Alejandro Vera en Morelos, tiene para rato y para largo. Hombre forjado en la
academia y un auténtico morelense que ama al estado y a sus instituciones
comenzando por la más sagrada, que es la
Máxima Casa de estudios. Y que le ha abierto las puertas al diálogo, la reflexión,
y sobre todo a las causas populares que hoy los partidos políticos han olvidado
y enterrado en sus ambiciones de cogobernar con una tiranía de por medio con
las fuerzas más oscuras de México, y donde en forma tenebrosa, se aparean
y se borran los limites entre la
delincuencia criminal y la política.
El todavía gobernador
Graco Ramírez no entiende ni entenderá que los morelenses no lo quieren, que
cualquier chispa puede desencadenar un movimiento generalizado que lo lleve a
dimitir. Por más que lo defienda el presidente EPN, que no esta muy bien parado
en el ámbito nacional e internacional por la recurrente corrupción y desatinos
en que está metida su administración. Así como la imparable violencia que azota
a la nación y donde existen territorios donde no gobierna nadie, sólo el crimen
organizado.
En calidad de mientras,
como lo cabeceo una periodista, los universitarios doblaron a los legisladores
chafas y a quien detrás de cámaras les mueve los dedos y les engorda la chequera, y al que sólo le interesa hacer
negocios, más y más negocios a costa del erario público y a hundir al estado en
una espiral de violencia, corrupción y negocios fáciles.
Hoy, este año aterrador
de elecciones fraudulentas, de una economía criminal para los mexicanos, la
UAEM ha dado un paso gigantesco, al poner en ridículo a los legisladores de los
que he olvidado sus nombres, como ellos olvidaron que existe en la tierra de
Zapata un semillero de mujeres y hombres dispuestos a dar el gran salto, del
silencio a la voz y de la voz a las acciones y a los frutos. Los venados le
pegaron al coyote de dos patas. Los tecuanes de la región oriente y los del
sur, del norte y del oeste, se comieron en barbacoa al coyote de las orejas
prietas.
Cuando existe liderazgo
y razón, si se puede transformar al mundo desde las aulas y las calles, codo a
codo con el pueblo de Morelos, como lo ha hecho Alejandro Vera.
Con maestros, mujeres libres y hombres libres
de pensamiento y acción, y cientos de ciudadanas y ciudadanos que han sido
presas de la rapiña, la ambición, por aquellos que han intentado convertir al
estado de Morelos en una casita de muñecas y muñecos serviles a quien
desgobierna Morelos en la oscuridad de su ceguera y su locura.