Aproximadamente a las
tres de la tarde de ayer lunes comenzó un viento extraño a recorrer las colinas
cercanas a mi casa. El jardín se mecía bajo el influjo del viento. Silba el
viento, silba como una serpiente ondulante. El sol se filtra entre la
buganvilia que se aferra a la armazón de acero. Cientos de flores, decenas
acaso, salen volando y tapizan toda la cochera y parte del jardín. Es un tromba, ¿pero que es una tromba y una culebra
de agua como la conoce la gente del campo?
La tromba es una masa de nubes de
pequeño diámetro, con un rápido movimiento giratorio, que baja de un cúmulo
hasta la superficie del mar, de un lago o de la tierra. Las trombas presentan
los caracteres de los tornados americanos, pero tienen menos violencia y su
diámetro es más pequeño; de tarde en tarde, una tromba de aire caliente eleva
una columna de tierra. También es un
aguacero muy
violento acompañado de fuerte
viento de agua y granizo.
Pues eso fue lo
que cayó ayer en Chilpancingo; desgajo árboles,
volvió a abrir calles, azolvo drenajes y taponeo alcantarillas. La capital de
Guerrero, fue un caos.
Este fenómeno
meteorológico de la naturaleza, afecto la
vida citadina. Al estrés de la violencia se sumó el acelere por las
ráfagas de viento, granizo y lluvia que cayeron literalmente a cántaros.
Otro tifón
electivo tuvo su epicentro durante los comicios del pasado 7 de junio al
interior del PRD. Hubo de todo; y hoy o se renueva o se renueva, no hay de otra.
Las corrientes tradicionales están mal heridas. El mapa que ha quedado después
de la tromba durante las elecciones ha dividido al grupo Guerrero. Ha borrado
al Jaguar de la selva baja caducifolia donde se supone que no habita. Y el
granizo del tamaño de una diputación, también mermó a las corrientes que hoy
salen en medio del fango electoral a pelear por puestos. El punto más socorrido
va ser Acapulco.
A consecuencia
del voto cruzado el agua electiva destrozó liderazgos, descubrió cañerías
profundas de corrupción y venta del voto que correligionarios del PRD le
tendieron al tricolor que se llevó todo. Fue una guerra de estructuras donde el
PRI, salió ganador, “haiga sido como haiga sido”, aunque en el ámbito nacional
“perdió 2 millones de votos en la elección intermedia del 7 de junio y dejó de
gobernar a 10 millones de mexicanos. Perdió capitales y congresos estatales
importantes y sufrió dolorosos descalabros en Nuevo León y Querétaro. Logró el
control del congreso con los peores resultados en votos y porcentajes en su
historia gracias a los 20 diputados Sandía, del partido verde y a la
fragmentación causada por Andrés Manuel López Obrador. (El Sur/7/julio/15).
La tromba que
desnucó al PRD en Guerrero, tiene hoy en Beatriz Mojica Morga a una líder
autentica por su formación partidista y académica. Ya no le conviene
desgastarse. Junto con Celestino Cesáreo, presidente del PRD, podrían conformar
un movimiento con autonomía regional y con un segmento fundacional con las
nuevas generaciones. Un PRD, joven, dinámico y renovado. Un PRD, de una
izquierda sin remiendos. Donde quepan todos. Los viejos y nuevos liderazgos que
están en el traspatio o hundidos en la burocracia gubernamental o
universitaria.
Los jefes de
tribu como David Jiménez Rumbo, Sebastián de la Rosa y Armando Ríos Piter, ya
pasaron a mejor vida. DJR, se va a Michoacán donde obtuvo ¿Cómo le hizo” una
diputación plurinominal. El Jaguar, se auto exilio en el DF. Sebastián de la
Rosa es perseguido por su relación con la familia de Iguala, al igual que
Lázaro Mazón que anda como un fantasma. El grupo formado por Aguirre Rivero, se
fracturó y regresó a sus antiguos reales priistas. Reyes Torres, ya pintó su
raya y va a formar una corriente que en realidad es el grupo Guerrero
debilitado.
Evodio y Nueva
Mayoría tienen la estafeta administrativa en Acapulco. El puerto va ser centro de inmigración de
perredistas en busca de chamba. Mientras tanto, BMM, puede conformar este
movimiento donde todas y todos quepan. Del desmembrado cuerpo del PRD, por el
tifón del 7 de junio, por el caso Iguala y por la desgana de los lideres a
participar en las elecciones, se puede llegar a construir una embarcación de
calado profundo y blindada contra las traiciones y demás juegos del poder. Como
es el caso de Miguel Ángel Mancera que ceso a todo su gabinete, o para acomodar
sus piezas tras afirmar de dientes para adentro que si “quiere ser presidente
de México”, y tiene a Marcelo Ebrard en la lista de posibles detenidos por la
línea doce del metro.
Carrera
parejera que todavía esta verde porque los tristes tigres de palacio;
Videgaray, Osorio Chong y Nuño, están en la pelea por la grande. Y el tricolor,
salvo por los ejes de la carreta de MORENA que ya rechinan, podría pelear la
presidencia si se ponen las pilas, pese a la división de las izquierdas.
Por eso es muy
importante reflexionar e impulsar este movimiento perredista fundacional y que
nazca en Guerrero sería un instrumento para los tiempos difíciles que se
vislumbran y un ejemplo de coherencia y congruencia ideológica más allá de las
tribus y su absurdo reinado -que al menos en Guerrero- llegó a su fin.
De reojo
Que la masa de
nubes, granizo, viento y agua que vino a conmocionar a cientos de capitalinos,
que ya tienen miedo por la dolorosa experiencia de la tormenta “Manuel” e
“Ingrid”, sirva de catalizador para que se revise el sistema pluvial de la
capital, y se hagan los estudios y trabajos pertinentes, desalojar a las
familias que viven en zonas de riesgo. A eso se debe abocar el alcalde Mario
Moreno Arcos ahora que el partido de los tres colores esta fortalecido, y también
parar la violencia.