martes, 13 de octubre de 2015

CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias Se dispara la inseguridad en Tixtla

EFRAIN FLORES IGLESIAS

Mientras las autoridades de los tres órdenes de gobierno, partidos políticos, policías comunitarios y sociedad civil se distraen por la elección extraordinaria de presidente municipal en Tixtla, el crimen organizado está generando terror en la cabecera municipal.
Vecinos de aquel municipio han denunciado que entre 10 y 12 personas han sido levantadas por un comando armado a plena luz del día. De hecho, dos personas fueron ejecutadas entre el jueves y viernes de la semana pasada.
En las comunidades de Atliaca y Acatempa ya se están preparando para tomar nuevamente las armas e impedir de esa manera que los criminales entren a sus territorios, tal como lo hicieron en enero de 2013.
No hay que olvidar que en 2013 Atliaca fue la primera comunidad que se organizó para correr a un grupo criminal que quiso imponer terror, pero con la organización de los pobladores de ese lugar abatieron a un delincuente, detuvieron y estuvieron a punto de linchar a un grupo de halcones.
Lamentable que las fuerzas del orden estén ausentes en Tixtla.
Los policías comunitarios adheridos a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) que surgieron supuestamente para dar seguridad en algunos pueblos y colonias de Tixtla, andan más preocupados en boicotear elecciones y luchar por huesos en el Ayuntamiento.
La inseguridad pública se ha disparado de nueva cuenta. Los tixtlecos andan con miedo. Los negocios ya empezaron a cerrar temprano y muy pocos salen por las noches.
Se habla de que dos grupos del crimen organizado están disputando la tierra del generalísimo Vicente Guerrero.
Tixtla colinda con cinco municipios: al norte con Mártir de Cuilapan (Apango), al sur con Mochitlán, al este con Chilapa de Álvarez, y al oeste con Chilpancingo y Eduardo Neri (Zumpango).
En Chilpancingo y Chilapa, por ejemplo, grupos criminales también se enfrentan por el control del trasiego y la venta de drogas.
En el pasado, Tixtla se caracterizó por ser una ciudad tranquila. Pero ahora es la zozobra la que prevalece por la disputa entre criminales y por el abandono de las autoridades.
ENTRE OTRAS COSAS… Los que también se exceden con sus acciones son los “maistros” de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG). Este lunes 12 de octubre salieron a las calles a impedir el libre tránsito de la ciudadanía, compártanse de manera grosera y violenta con aquellos que llevaban en sus vehículos a familiares enfermas. Se mostraron insensibles, pues.
Los cetegistas exigen que les respeten su derecho a manifestarse, pero ellos no respetan el derecho de los ciudadanos.
No quieren ser evaluados porque saben que van a salir reprobados y perder sus plazas. Si el miedo no anda en burro.

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