Chilpancingo, Gro., 27 de octubre del 2015
He protestado guardar y hacer guardar nuestra Carta Magna, la Constitución del Estado y las leyes que de ella emanan.
Para mí, más que un privilegio, es la más alta responsabilidad que puede asumir un guerrerense, convertirme en el gobernador número 83 de la historia del estado de Guerrero.
Tengo claro que se han acumulado viejos y nuevos problemas que demandan voluntad, audacia y visión, para poder encararlos y resolverlos.
La sociedad guerrerense ha perdido la confianza en sus autoridades. La ha perdido por que ve que la justicia se corrompe, que la desigualdad se acentúa, que crece la pobreza, que la impunidad aflora día con día. Se ha perdido la fe y la confianza en los políticos.
Y más grave aún, porque ve de manera dramática, como algunos jóvenes se suman con falsas expectativas a las filas de la delincuencia organizada.
Hasta ahora, Guerrero ha vivido en el temor, la anarquía, en el miedo y en la desesperanza.
Por ello estoy decidido a coordinar los esfuerzos de todos para atender las demandas legítimas de la sociedad, con un apego irrestricto a la ley.
La ingobernabilidad se explica en buena parte, porque se le ha dado la vuelta a la ley y porque la legitimidad de quienes tienen la responsabilidad de aplicarla, se ha visto mermada.
Sus consecuencias son, el deterioro del tejido social, la falta de estabilidad, la ausencia de la solidaridad y el regreso a la ley del más fuerte.
Llegó el momento de romper este círculo vicioso, todos, sin excepción tenemos que privilegiar el Estado de Derecho, sólo así construiremos el camino a la paz social, la armonía, el respeto a la diversidad, a la pluralidad y a los elementales derechos como individuos y sociedad.
Nuestro estado, ha sido asediado por la inseguridad, la violencia, la pobreza, el analfabetismo, la simulación educativa y el amago constante del estallido social.
¿Quién es Guerrero?
No son sólo sus gobernantes, son los trabajadores que desarrollan jornadas extenuantes de más de ocho horas diarias.
Son los maestros y las maestras que caminan cuatro horas para ir a las escuelas rurales.
Son las madres jefas de hogar que tienen dos trabajos para mantener a su familia.
Son los empresarios que se rifan su patrimonio, invirtiendo en Guerrero.
Son los hoteleros que nunca se han ido.
Son nuestros plateros de Taxco.
Son los artesanos de Olinalá.
Son nuestras etnias y nuestros campesinos.
Son los jóvenes, que sintiéndose orgullosos portan el espíritu de guerrerense y dan la pelea con las ideas en el arte, en la cultura y en el deporte.
Son los jóvenes y los maestros de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Llegó el momento de escribir un nuevo y mejor capítulo en nuestra historia.
Los guerrerenses ya nos cansamos de enfrentamientos y confrontaciones, de luchas estériles, de vidas sacrificadas de manera innecesaria.
Por ello convoco a la gran reconciliación de los guerrerenses.
Mi primera declaración como gobernador es mi convicción de hacer todo, para que vuelva a Guerrero la tranquilidad, la paz, la justicia, el empleo, el crecimiento y con ello la posibilidad de construir historias de éxitos individuales y colectivos.
Hasta ahora, ha habido un Guerrero con heridas abiertas.
Hasta ahora, un Guerrero que vive desconfiado.
Hay que reconocer que el gobierno vive una severa crisis económica, que ha crecido la nómina burocrática.
Que es discutible su eficacia y eficiencia.
Que a veces se desvían los recursos de programas sociales, para cumplir con los gastos básicos de quienes trabajan para el gobierno.
Por ello, ante esta soberanía popular refrendo mi voluntad de predicar con el ejemplo y de promover un paquete de iniciativas para construir un verdadero estado de leyes.
Estado de leyes que promueva un gobierno honesto, que estimule la cultura de la legalidad, que erradique la impunidad y los privilegios de unos cuantos.
Para ello, el pueblo exige una profunda transformación en la administración pública estatal.
Un gobierno moderno, inteligente y visionario.
Con hombres y mujeres profesionales, que tengan un profundo compromiso social y una gran vocación de servicio.
Con un código de ética, comprometidos con la rendición de cuentas, la transparencia y los derechos humanos.
Un gobierno que ofrezca mejores servicios y atienda con oportunidad las demandas de la población.
Entender que Guerrero no nace ni muere cada seis años. Que si son graves nuestros problemas, también somos el producto del trabajo de generaciones y generaciones que han hecho su mejor esfuerzo.
Todos en Guerrero lo sabemos, necesitamos construir un mejor gobierno que se nutra de la participación ciudadana.
Por ello, mi gobierno habrá de colocar en el centro del quehacer político al ser humano. Todos nuestros esfuerzos estarán encaminados a abatir desigualdades.
Seré respetuoso de la división de poderes.
Ratifico mi convicción municipalista y su espíritu federalista.
Con hechos prestigiaré la política para recuperar la confianza ciudadana.
En lo económico convocaré a cada región y cada sector productivo para detonar sus vocaciones y sus fortalezas.
Me propongo romper las estructuras obsoletas y los paradigmas que nos limitan, y poner por encima de todos, el interés de Guerrero y de su gente.
Estoy decidido a lograrlo.
Haré lo que me toca, los necesito a todos y todos nos necesitamos a todos.
Tenemos que cambiar mentalidades y actitudes.
Gobernaré para todos.
Sin temores y decididos, iniciamos hoy el camino de seis años.
Con esperanza y ánimo transformador.
Conscientes, muy conscientes de que podrá haber desencuentros con quienes apuestan al atraso y a la destrucción.
No hay alternativa. O avanzamos o nos destruimos.
Ya quedó muy atrás la contienda electoral.
Por ello, extiendo mi mano a quienes militando en otros partidos, ocupamos de su crítica constructiva y su aportación propositiva.
Y desde luego que es posible.
Cuando el hombre se lo ha propuesto, ha ido por futuros que parecían imposibles.
Hemos puesto a un ser humano en la luna.
Seguimos tirando muros de Berlín.
Hemos erradicado enfermedades que parecían incurables.
Hoy la gente vive 15 o 20 años más que hace 50 años.
Hoy la tecnología ha convertido al planeta en una aldea y debemos aprovechar la gran revolución tecnológica para ponerla al servicio de las causas de los guerrerenses.
Elijamos la esperanza en lugar del temor. La unidad en lugar del conflicto.
Tomemos con seriedad los asuntos de la sociedad y la política.
Este no es tiempo para quienes simulan realidades.
Por el contrario, es el tiempo para los que arriesgan, para los que emprenden, para los que se atreven, para los que están decididos a reinventarnos para dejar a nuestros hijos un mundo mejor, para los que hablan con la verdad.
Hago un llamado respetuoso a los poderes Legislativo y Judicial, para que asuman su responsabilidad y cumplan sus funciones en la construcción de leyes y la aplicación de las mismas.
De la misma manera convoco a los ayuntamientos, que son la autoridad más cercana a la población para que inicien una dinámica renovación y respondan mejor a los ciudadanos.
He sido presidente municipal y tienen en mí a un gobernador municipalista.
Convoco al Congreso del Estado a seguir actuando como contrapeso del poder Ejecutivo, cumpliendo a cabalidad su papel vigilante y la facultad de supervisión sobre el manejo de los recursos públicos. El Congreso del Estado no puede ni debe abandonar en ningún momento su facultad de fiscalización.
En mi gobierno fortaleceré la independencia judicial. Vamos a robustecer la carrera judicial. El estado de leyes debe conducirnos a un nuevo pacto con la gente.
A la brevedad haré la más amplia convocatoria de que se tenga memoria, para qué ciudadanos, organizaciones vecinales, sociales, gremiales, empresariales, académicas, sindicales, organismos no gubernamentales, podamos construir las reformas legales e impulsar un nuevo acuerdo de los guerrerenses para la convivencia.
A esto me he referido con mi propuesta de tener un Guerrero con orden y paz.
Un nuevo pacto con la gente, tiene que ver con reformas políticas, económicas y sociales.
Por ello valoramos y reconocemos la iniciativa del presidente de la República de crear zonas económicas especiales para detonar el desarrollo del sur del país, lo cual junto con lo pendiente del Plan Nuevo Guerrero creará más y mejores oportunidades para construir un nuevo destino, con territorios seguros y confiables para los inversionistas y retribuirá con empleos de calidad y bien remunerados a los guerrerenses.
El nuevo pacto con la gente debe fundarse en la observancia de la ley, en el respeto de los derechos de terceros y en la diversidad política y multicultural del estado.
Un nuevo pacto con la gente debe traducirse en un amplio espacio para el diálogo y que éste produzca acuerdos de fondo.
Aclaro.
No habrá acuerdo posible al margen de la ley y mucho menos bajo el uso de la fuerza, la anarquía y el deterioro social, y económico de la población.
Recuerdo sólo algunas de las cifras de la vergüenza.
Somos el nada honroso segundo lugar en pobreza extrema. De cada 100 niños que ingresan a primaria, sólo seis llegan a la universidad.
Tenemos el triste primer lugar en embarazos tempranos y en desnutrición infantil.
Los datos nos dicen que Guerrero es el estado más peligroso del país.
Somos el primer productor nacional de amapola y opio.
Ocupamos el primer lugar en corrupción.
Que el turismo dejó de ser nuestra actividad preponderante y por todo ello ocupamos el antepenúltimo sitio en desarrollo humano.
Esto debe ya de tener punto final. Tenemos que escribir una nueva historia.
No podría, por honor, pundonor y congruencia dejar pasar por alto el terrible acontecimiento de Ayotzinapa.
Ayotzinapa no provocó los problemas de Guerrero. Estos fueron detonados por la tragedia de Ayotzinapa.
La desaparición en Iguala de los 43 estudiantes normalistas reveló la complicidad entre diversas autoridades y las organizaciones criminales.
Desestabilizó políticamente al estado y demostró las insuficiencias del poder público para evitar que ocurriese el drama y el dolor que viven las familias de esos estudiantes.
El problema principal no radica en los que han manipulado el caso Iguala. Ayotzinapa es una herida abierta en la conciencia nacional, que no sanará hasta que se encuentre la verdad de los hechos y se haga justicia.
De ahí mi voluntad reiterada para colaborar como gobernante en todo lo que sea necesario.
Sobre los hechos de Iguala, con los jóvenes de Ayotzinapa, nunca más.
En mi gobierno habrá respeto y protección jurídica a los periodistas y los defensores de los derechos humanos.
A las agresiones que sufren y a las desapariciones que quedan en la impunidad y en el olvido.
Crearé una unidad integral con servidores públicos responsables en la investigación y persecución en los casos de desaparición forzada o involuntaria de personas, que incluya a luchadores sociales.
Haremos nuestro el protocolo homologado del gobierno federal para la búsqueda y localización de personas desaparecidas.
Debemos reconocer que en Guerrero la atención a víctimas del delito y por violaciones a los derechos humanos ha sido insuficiente.
Me comprometo a cumplir con las reformas en la materia e implementar de manera vigorosa una política pública de ayuda, asistencia y reparación integral.
Ratifico que en mi mandato habrá un invariable apoyo a la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos. La respetaremos como una institución independiente robusta y transparente.
Como candidato, hice propuestas para favorecer la seguridad, el crecimiento económico, la recuperación del empleo, la educación y la salud de calidad, al alcance de todos.
El impulso al desarrollo regional, una profunda revolución en las actividades agropecuarias y a las vocaciones productivas de las regiones.
Refrendo ahora como gobernador lo que señalé cuando presenté los compromisos por Guerrero.
Mi gobierno sabrá escuchar, para contar con la aprobación social que garantice la gobernabilidad. La gobernabilidad urge en Guerrero.
Las instituciones se han visto rebasadas en su capacidad para procesar la demanda social. Los conflictos se han vuelto permanentes e interminables.
Convoco a que construyamos una nueva y mejor historia para los guerrerenses.
Exijo a quienes me acompañen en el trabajo de gobierno, austeridad, sensibilidad, atención respetuosa a la ciudadanía, respuestas y soluciones eficaces, y un absoluto y transparente manejo de los recursos públicos.
Señoras y señores.
Quiero expresar mi más profundo reconocimiento a las fuerzas armadas, a los mandos oficiales y elementos del Ejército y la Marina, así como a los miembros de la Policía Federal y Gendarmería Nacional.
Todos ellos han venido para combatir los actos delictivos, proteger a la ciudadanía y garantizar la paz social.
A la Policial Estatal y a las municipales que cumplen honestamente con su deber, les refrendamos nuestra gratitud a su valor, esfuerzo, compromiso en favor de los ciudadanos.
La principal preocupación de los guerrerenses es la seguridad pública.
Anuncio una reestructuración radical de los cuerpos policiacos y la implementación total del Mando Único y la Policía única.
Vamos a impulsar su profesionalización, su mejora y seguridad económica para ellos y sus familias.
Voy a promover estímulos y recompensas a los buenos policías.
Una mención especial ocupan quienes serán prioridad en mi gobierno. Me refiero a los jóvenes y a las mujeres guerrerenses.
A los jóvenes los quiero exhortar a ser activos, propositivos. En mi gobierno habrá espacio para la juventud guerrerense. Necesito su fuerza, su pasión y compartir sus anhelos.
Necesito enriquecer las tareas públicas con la visión de modernidad y la visión de tecnología y que todos les demos a lo más valioso que tenemos, a nuestra juventud, hay que darles oportunidades reales de progreso y desarrollo.
Que los jóvenes se sientan orgullosos de ser guerrerenses. Necesitamos generarles espacios educativos, becas, su primer empleo, estímulos y apoyos en el deporte, en la recuperación de espacios públicos y darles alternativas para no caer en los caminos fáciles, pero muy cortos de la delincuencia.
Quiero ser el gobernador de los jóvenes guerrerenses. Quiero que me vean como aliado, como su compañero y como impulsor del relevo generacional.
A las mujeres guerrerenses les refrendo mi respeto, mi reconocimiento y mi apoyo total.
A las amas de casa, a las jefas de familia a las maestras, a las obreras, a las campesinas, a las profesionistas, aquellas que a veces en el dolor de su silencio soportan la violencia intrafamiliar para conservar el hogar.
A las mujeres que son mayoría en el estado de Guerrero, que son ejemplo de solidaridad de trabajo de honestidad, les quiero decir que estoy decidido a apoyarlas en sus empresas, con créditos a la palabra, con capacitación.
En mi gobierno habrá mujeres. Ellas le darán visión, prestigio y sensibilidad.
La experiencia se honra. Expreso a nuestros adultos mayores, que tanto nos han enseñado, que ya dieron su vida productiva por el estado, que vamos a volver nuestros ojos a verlos con actividades que los dignifiquen con tareas productivas.
A todos los sectores vulnerables, de manera especial los discapacitados, tendrán en mi gobierno un cambio radical en el trato en su incorporación en las tareas productivas y al respeto que merecen quienes tienen capacidades diferentes.
Hago propicia la ocasión. Mi gobierno respetará la diversidad sexual. Respetará la pluralidad ideológica y política.
Seré promotor y defensor de la no discriminación.
En mi gobierno apoyaremos la actividad minera. Ya es la minería una actividad económica preponderante. Cuidemos el desarrollo sustentable, el medio ambiente y el respeto al derecho de nuestros pueblos.
Los guerrerenses estamos cansados de la corrupción y la impunidad, de la desviación de recursos públicos.
Tengo la voluntad, el carácter y la determinación para enfrentar este grave problema que nos ha detenido y mal identificado.
Propongo, acciones concretas, tangibles y medibles. Transparentar las adquisiciones y la obra pública. Cumplir simplemente con lo que dice la ley.
A reordenar la gestión y las finanzas gubernamentales. A vigorizar el funcionamiento de la Auditoría General del Estado y promulgar y cumplir con un código de ética y buen gobierno.
Estoy decidido a predicar con el ejemplo. Hice mi triple declaración patrimonial, fiscal y de interés y quienes me acompañen en el gobierno estarán obligados a hacer lo mismo.
La Fiscalía General del Estado contará con una Fiscalía Anticorrupción inscrita dentro del Sistema Estatal Anticorrupción.
Los espacios en el gobierno son para quienes tienen oficio político, experiencia administrativa, compromiso y responsabilidad, capacidad y entrega.
Señoras y señores.
Una mención especial merecen quienes se dedican a la tarea de informar, a los comunicadores, a los periodistas.
Haré todo lo que esté a mi alcance para que se respete su trabajo y su seguridad personal en el desempeño de su profesión.
Seré el gobernador de todos los guerrerenses y promoveré los acuerdos, en todo lo que nos una y nos identifique.
Seré promotor de levantar el orgullo de ser herederos de los héroes que formaron esta patria. Convoco a sentirnos dignos de nuestro pasado.
Tenemos fuerza para promover un mejor presente y un futuro con esperanza.
Hoy cumplimos 166 años de ser guerrerenses.
Es momento de poner los ojos en el futuro.
El mundo no se detiene y nosotros tenemos que salir adelante.
Transmita usted, ciudadano José Antonio Meade, secretario de Desarrollo Social, representante del presidente de la República, nuestro empeño de iniciar un mejor tiempo para Guerrero.
Que necesitamos su ayuda, como la hemos tenido en el destructivo paso de Ingrid y Manuel, y como la hemos tenido en los últimos 13 meses de nuestra difícil historia social y política.
Le pedimos al presidente de la República que siga mandando apoyos, recursos y voluntad para que podamos encarar nuestros desafíos, sabedores como hasta este momento, que tenemos al mejor aliado de los guerrerenses, al presidente Enrique Peña Nieto.
Guerrerenses.
He dedicado tres décadas de mi vida al servicio público. Sé que los guerrerenses quieren que mejoremos. Sé que los guerrerenses quieren mejor seguridad.
Sé que quieren más entendimiento y menos conflicto. Sé que quieren mejores oportunidades de empleo, mayor atención al campo, mejor educación, más y mejor atención a su salud.
Los guerrerenses quieren vivir alejados del miedo, del temor que produce la inseguridad.
Como gobernador de Guerrero haré lo que me corresponda.
Convoco a todos a construir una nueva etapa en nuestra tierra.
Rompamos con la miseria, rompamos con la pobreza.
Rompamos con la injusticia y terminemos con los excesos del poder.
Rompamos con todo aquello que nos detiene para despegar y ser libres, justos, competitivos y triunfadores.
Guerrero es de todos.
Guerrero nos necesita a todos.
¡Viva Guerrero!