Finales de los años 50 en
una solitaria carretera entre los pequeños pueblos de Talala y Winganon de
Oklahoma, un conductor de una hormigonera que se dirige al puente en
construcción sobre el lago Oologah sufre un accidente de tráfico.
En la larga recta de 4 km,
tal vez por un despiste, el camión con la cuba mezcladora llena de hormigón se
sale de la carretera y queda volcado en la cuneta.
El camión es recuperado
por la empresa constructora, pero la cuba con el cemento ya fraguado es
abandonada. No vale ni para chatarra, resulta inútil y demasiado pesada para
moverla.