Tiene apenas tres semanas
de edad, se llama Obi y es el último habitante del zoo de Melbourne, Australia.
Se trata de un hipopótamo pigmeo, una especie en peligro de extinción. Obi,
cuyo nombre en nigeriano significa “Corazón”, es parte de un programa internacional
de cría en cautividad de esta especie.
“Le encanta el agua –
asegura su cuidador Justin Valentine- Pero todavía es muy pequeño y solo puede
estar allí entre 10 y 15 minutos”. Debido a que su hábitat natural son bosques
muy densos, no se sabe exactamente el número de hipopótamos pigmeos que hay en
el mundo.