La aprobación del gabinete
municipal acapulqueño, paso la prueba del “ácido” por parte de los ediles
municipales que no dejaron pasar el momento ni la oportunidad para manifestar
su opinión, aunque sea nada más para que el cuerpo edilicio conociera el tono
de su voz, y el oportunismo de hacer saber de
qué color es su camiseta partidista, mandando el aviso de que no va a ser fácil decir a todo que sí y
que el alcalde Evodio Velázquez Aguirre, sepa que “aquí sólo mis chicharrones
truenan”.
ERNESTO RIVERA RODRIGUEZ |
Dos casos fueron particularmente
señalados, el de mayor señalamiento fue el del nombramiento del secretario de
finanzas, el ex alcalde de Coyuca de Benítez, Mercedes Baldovinos Diego, a
quien el regidor Arturo López Zuguía, de Partido Movimiento Ciudadano, apunto
que el también ex contralor de la Secretaría de Educación en Guerrero, no era
confiable, pues supuestamente estaba sujeto investigación por parte de la
secretaría de la Función Pública, por diversas faltas en su administración y
por haber sido cesado “intempestivamente por el propio exgobernador de estado
Angel Aguirre Rivero.
En este caso se debe
recordar que Merced Baldovinos Diego fue propuesto como candidato a la
presidencia municipal de Coyuca de Benítez, en el 2009,por el partido
Movimiento Ciudadano, obteniendo sonoro triunfo sobre el resto de los
candidatos. Todo parecía ir bien, pero
las presiones de Efraín Ramírez Ramos y de Mario Ramos del Carmen, gente muy
allegada a Luis Walton Aburto, que
pretendían exigirle una cuota muy alta para el partido MC, llegó a tales
niveles que lo llevó a abandonar al partido naranja, afiliándose al PRD.
Baldovinos Diego, puso los
ojos en las comunidades, más allá de la cabecera municipal y logró con ello
mejorar la infraestructura de las comunidades coyuquenses, elevando con ello la
calidad de vida de sus habitantes. Eso le costó el rechazo de la “oligarquía
caciquil coyuquense” que no vio bien el desplazamiento de sus intereses,
inclinando en la siguiente elección el capricho a favor de sus intereses.
Merced Baldovinos, es un
hombre de pocas palabras, hombre de actitud cerebral, de acción y decisiones
que pueden determinar en su congruencia
efectos de los cuales corre los riegos de manera ineludible, como lo fue al no
apoyar los intereses del exgobernador Ángel Aguirre en favor de su hijo, como
precandidato del PRD a la presidencia municipal de Acapulco, por lo
cual fue cesado intempestivamente como
contralor de la SEG.
Merced Baldovinos soporto
el golpe estoicamente, no se dobló ni se redujo… el tiempo le dio la razón, y
no sólo eso.
El segundo caso fue el del
nombramiento secretario de Desarrollo Social, Víctor Aguirre Alcaide, de quien
se señaló de su acercamiento con el
defenestrado gobernador.
Víctor Aguirre, es un
político que camina con luz propia, es un político institucional, el ex
coordinador de Copladeg, conoce perfectamente el terreno al cual se ha
comprometido, además de ser un hombre de izquierda, más allá de los emblemas
partidistas, quien desde el primer momento como secretario de Desarrollo
Económico, ha puesto los puntos sobre las íes.
El resto de los
nombramientos pasaron la “prueba del ácido”, otorgándole un voto de confianza
para el nombramiento del delicado criterio de selección del secretario de
Seguridad Pública Municipal, el cual quedó determinado mediante un movimiento en verdad
“ajedrecístico”, un acomodo de piezas, que le permitió al alcalde Evodio
Velázquez Aguirre, reforzar el voto de
confianza que la ciudadanía a depositado en él, designando como encargado de
despacho a Francisco Sandoval Vázquez, quien tiene el nombramiento de”policía
certificado”, en sustitución del general Marcos Esteban Juárez Escalera.
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