Es de suma importancia
para el futuro de Acapulco y
de quienes aquí vivimos, que
al Gobernador Ángel H. Aguirre Rivero,
le vaya muy bien con
las acciones implementadas
en ese
ambicioso programa que tiene como
meta la reordenación del
transporte público en general;
incluidas la desaparición de
autobuses urbanos y
taxis colectivos del primer cuadro citadino, como el funcionamiento del novedoso Acabús y la
ciclopista, que también coadyuvará
para la solución inmediata
del intenso tráfico y
congestionamiento vehicular que a diario
enfrentamos.
Sabemos que los
famosos cuellos de botella, no desaparecerán del todo,
pero sería muy conveniente
que se dieran ligados a innumerables visitantes
de fin de semana o
a las temporadas altas
como fue el caso de la
veraniega, o de
la inminente decembrina,
por cierto, la de mayor afluencia turística y de la que a
escasos cuatro meses de su
inicio, confiamos, sean
más que suficientes para
lograr la mejor transformación posible de este destino de playa, y
pueda recibir en plenitud
al visitante nacional o extranjero
con su mejor cara.
Todos, estamos
obligamos a cooperar,
con la elevada convicción de que Acapulco, recuperará su auge turístico, el crecimiento económico, la estabilidad y
bienestar social que disfrutamos
antes y
no veremos más el cierre de
comercios de amigos o inversionistas;
y como siguen en
Jauja, significativamente, aquellas
empresas dedicadas a recibir
en empeño oro y alhajas para vergüenza del sistema neoliberal que nos ocupa…
Hace algunos meses
y ante las medidas anunciadas por el
Ejecutivo Estatal , era fácil escuchar
de parte de comunicadores sociales, políticos y líderes de opinión, diversas muestras de escepticismo, mismas que
hubieron de modificarse ante el
amplio respaldo popular que calificó de muy oportuna e imprescindible la
determinación oficial para detener la caída libre de Acapulco,
del último lustro, entre los
balnearios turísticos nacionales e internacionales, lo
que hubiera ocurrido de no haber
sido, por una serie de factores de adentro y afuera que influyeron positivamente, incumpliéndose los
malos augurios proferidos por
especialistas, considerados ya
como un hecho.
Imposible soslayar el
punto de vista actual de las diversas organizaciones de
transportistas, de que están
convencidos de la necesidad de
mejorar el servicio actual que se
ofrece a
los de casa y a quienes nos visitan,
aunque en los hechos se encuentran reacios a cumplir con
la nueva normatividad. Resultando
que llegamos a tal
punto en el camino, en el
que ya
no hay mañana… o empujamos ahora
por los intereses de Acapulco, tomando
como piedra angular el interés
de la mayoría o esperaremos a que se agudicen los problemas económicos
que ya nos aquejan, minando fuerzas y
cancelando proyectos de vida…
Es por ello que Permisionarios, choferes, usuarios, que resultaremos afectados por los cambios
de ruta y de reglamentos, que
sufriremos un descontrol inicial;
deberemos concluir con un
razonable “Si es para que
mejore Acapulco, y la situación actual,
yo me apunto” , compartiendo
la misma idea: locatarios,
turisteros, restauranteros del centro de Acapulco y Zona Diamante,
donde escuchamos amplias opiniones de apoyo calificando
la medida instrumentada por la administración
estatal como la palanca impulsora que necesitamos.
Complementándose todo lo anterior, con el
debido reforzamiento del plan federal de seguridad “Guerrero Seguro”, de las cámaras de
vigilancia instaladas en la vía pública, cuya
función será la mejor
herramienta para mucho mejores
resultados en la materia,
generándose en el municipio credibilidad,
confianza y seguridad.
En fin,
desde aquí alentamos al Mandatario
Guerrerense, para que muy pronto
haga realidad el
reposicionamiento turístico de
Acapulco, porque de todos los
rubros productivos, ésta industria sigue
siendo la opción número uno para el
ingreso de divisas y
derrama económica directa o indirecta para todos…