La cumbre de los partidos de
izquierda que se celebró ayer en este puerto fue en realidad un evento donde
las figuras centrales fueron los gobernadores y jefe de gobierno del Distrito
Federal, electos y en funciones, los diputados y senadores salientes y
entrantes y los líderes de los partidos políticos, quienes sin ningún guió
previamente acordado hicieron pronunciamientos sobre la forma como van a actuar
una vez que tomen posesión de sus encargos para los que fueron votados el
pasado primero de julio y particularmente la forma como seguirán apoyando el movimiento
encabezado por su candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Lo cierto es que tanto el gobernador de
Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero como el jefe de gobierno del Distrito
Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, se pronunciaron porque el Tribunal Electoral
del Poder Judicial de la Federación anulada la elección presidencial donde
resultó electo por mayoría de votos el candidato del Partido Revolucionario
Institucional, Enrique Peña Nieto. Cada uno durante sus discursos y entrevistas
matizaron las formas como se deberá apoyar a López Obrador, pero dejaron
abierta la posibilidad de que sea cual sea la decisión del tribunal electoral
federal van acatarlo sin ningún remilgo.
Lo mismo hicieron los nuevos
coordinadores de los diputados y senadores que tomarán posesión el primero de
Septiembre del año en curso. Fue Miguel Barbosa, el recién electo coordinador
de los senadores quien pintó su raya frente al movimiento López obradorista,
pues afirmó que una vez que el TRIFE declare presidente electo, ellos empezarán
a trabajar para sacara adelante su agenda legislativa previamente acordada por
los tres partidos políticos aliados.
Días antes, el gobernador
electo de Morelos, Graco Ramírez Garrido Abreu manifestó que durante su
administración se privilegiará el diálogo y la negociación con el gobierno
federal para lograr que esa entidad pueda avanzar y resolver los graves
problemas que tiene y particularmente el de la seguridad pública la promoción
para atraer inversión nacional y extranjera para la creación de empleos que se
requieren de forma urgente.
Los mensajes de los llamados
‘’chuchos’’ fueron en el mismo sentido. Así lo externó Jesús Ortega Martínez y
Jesús Zambrano, ex dirigente y dirigente nacional del PRD respectivamente y
quienes de sobra es conocida su animadversión con el candidato presidencial y
ex jefe de gobierno del DF.
Este jueves se darán a
conocer los resolutivos de esta llamada Cumbre de las Izquierdas y que fue
promovida por el gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, con el
firme propósito de que prevalezca en la psique de los perredistas las demandas
mas sentidas de esta entidad que hoy, al igual que la mitad de los estados del
país, se encuentra en el vórtice de la violencia generada por el combate a las
drogas decretada por el presidente Felipe Calderón Hinojosa desde el inicio de
su gestión que culminará el próximo 30 de noviembre.
De lo que si debemos estar
seguros, es de que las izquierdas en el país—incluido el Partido del Trabajo—no
se comportarán igual o parecido a como actuaron en el año 2006, tratando de
impedir la toma de posesión de quien sea ungido por el tribunal electoral
federal como presidente de la República, lo cual nos aleja de la amenaza de una
inestabilidad política de magnitudes inimaginables y en cambio se abren grandes posibilidades de
que ahora si los legisladores harán lo posible por sacar adelante las reformas
que requiere México para enfrentar los retos de este naciente siglo XXI.
Periodista/Analista
Político*