Tres años antes de ser
violentamente asesinado en la ciudad de México un 28 de Septiembre del ya
lejano pero cercano 1994, el académico y político acapulqueño, José Francisco
Ruiz Massieu, dio a conocer a los mexicanos una nueva producción literaria en
donde abordaba los temas de los tiempos de entonces y los que vivimos ahora, me
refiero a IDEAS A TIEMPO, Las perspectivas de la Democracia, algo así como la
antesala de su último volumen referido a la DEMOCRACIA EN MEXICO, en el cual
sintetiza de manera magistral la evolución que como país hemos tenido y particularmente
en lo que refiere a temas de nuestra sociedad y la política, sus consecuencias
y su futuro próximo.
No era gratuito que se le
considerara una persona que al pensamiento lo transformara en acción con el fin
de comprender mejor los impactos sociológicos que estos pudieran tener en caso
de que se convirtiesen en una realidad envuelta en lo que hoy conocemos como
políticas públicas.
Quizás para muchos e
inclusive para su propia familia, ya no importe mucho el conocer a fondo los
intríngulis de los porqués le quitaron la vida, particularmente cuando estaba
en la mejor etapa de su productividad como animal
político, pero la verdad sea dicha, hasta ahora, no se le ha hecho justicia
y no se han encontrado a sus victimarios intelectuales, los cuáles,
seguramente, siguen incrustados en las redes del poder público.
La opinión púbica en este
caso como en muchos más ha sido desdeñada y los responsables de indagar estos
acontecimientos trágicos le han apostado al tiempo para que juegue bien el
encanto del olvido obligado.
Sin embargo, por lo que hace
a este personaje en particular, los guerrerenses no lo vamos a olvidar nunca
por el simple hecho de que a su paso por estas tierras, el novel político supo
sembrar las semillas de la inquietud por la transformación de nuestras
instituciones y la obligación como ciudadanos para promover mejores formas de
convivencia y para ello proporcionó en sus escritos las herramientas necesarias
para incidir en este propósito.
Las ausencias pueden ser
temporales o definitivas o solo físicas.
En primer lugar, la
temporalidad la dan los espacios en que una persona se ausenta de su núcleo
familiar próximo, pero finalmente regresa. Las definitivas son las ausencias
donde la persona desaparece totalmente, tanto física como mental y
espiritualmente al no ser recordados—mas que por sus familiares—por la sociedad,
al no haber dejado un legado de su transitar por este planeta.
No en balde solo recordamos
en la historia antigua o reciente a los grandes eruditos, pensadores,
científicos, artistas, estadistas, políticos, guerreros, criminales,
perversos o dictadores, los que han logrado
incidir en la sociedad y haber obtenido su gracia para que se les atendiera,
escuchara y se pusieran en acción sus ideas. Son estos seres los que permanecen
vivos entre nosotros, sean éstos de nuestro entorno, o país o de otras
latitudes lejanas que ofrecieron al través de sus hijos sobresalientes,
fórmulas para comprender y entender las relaciones humanas, sus aspiraciones y
los cambios necesarios para mejorar su entorno.
Han transcurrido miles de
años desde que la tierra se creó a consecuencia de lo que conocemos como el Bing Bang y desde entonces hemos estado
desentrañando lo que ocurrió para surgir como seres humanos, evolucionar y
crear los elementos y herramientas necesarias para transformar nuestro hábitat
aunque con ello lesionemos nuestra propia naturaleza.
A partir de entonces, los
registros de los cambios que hemos observado son verdaderamente fantásticos y
monumentales y en ocasiones increíbles y desentrañables, como desentrañable es
la visión que tienen algunos chamanes y estudiosos de la evolución de nuestro
universo de que para el próximo 22 de Diciembre del 2012 llegaremos al siempre
pospuesto fin del mundo.
Las visiones catastrofistas
planetarias han estado siempre a la orden y de esto se ha escrito una y otra
vez y hemos concluido que son aproximaciones a una posible colisión con otro
planeta que vendría a provocar una nueva era en nuestra existencia como
habitantes de la tierra.
También en este campo hay
muchos personajes que advierten y documentan y se atreven a predestinar nuestro
destino final. Creer o no creerle es la opción que como seres humanos pensantes
tenemos, es pues, nuestro libre albedrío.
Así como ha sucedido a
nivel, mundial, también tenemos personajes que han promovido una nueva forma de
ver nuestra realidad social y política y han ofertado una serie de opciones e
ideas para hacer posible los cambios requeridos como grupos sociales recluidos
en un territorio en particular, llámese continente, nación, entidad o
municipio.
Realmente son un titipuchal
de personajes que han contribuido a lo largo de esta historia regional para
comprender nuestro origen y nuestra realidad actual. Sin embargo, seguimos
abrevando de los que legaron sus ideas para convertirlas en realidades, hacer,
repito, que el pensamiento se convierta en acción.
El mérito de José Francisco
Ruiz Massieu fue que trabajó incansablemente por hacer que sus ideas se pudieran
confrontar y asimilar o rechazar para poder concluir de que estaba o no en lo
correcto. Su ecuación era sin duda alguna irremplazable el afirmaba que EL ARTE
DE GOBERNAR con eficacia se debe a que hay que poner a prueba las IDEAS como
forma de ILUMINAR O ALUMBRAR y para ello es necesario utilizar LA PALABRA como
mecanismo del mensaje de las propias IDEAS
y a partir de ello promover la acción como REALIZACION tanto de las
IDEAS como de las PALABRAS. En síntesis es convertir el PENSAMIENTO en acción.
Por ello el político
guerrerense no se contenía en poner a debate las ideas y ver el peso específico
de cada una de estas. La comprensión de las mismas es indispensable para que la
sociedad entienda los porqués del gobernante en su diario trajinar. Si esto no
lo realizan, los gobernantes, no tendrán asidero alguno y solo provocarán
confusión y desesperación entre la sociedad que desconoce el rumbo que llevan y
no se tiene claridad sobre lo útil que resulta el ejercicio del gobierno pero
sobre todo del gobernante.
Hoy a 18 años de su
desaparición física, lo único que podemos decir de José Francisco Ruiz Massieu
es que su legado sigue siendo en el tiempo y la historia un referente para
entendernos mas como sociedad e individuos de este naciente siglo XXI, que ya
no conoció y que en cambio lo evocó y refirió una y otra vez en sus escritos y
en sus mensajes, siempre manteniendo la vista hacia el futuro como el estadista
que bien pudo ser pero que finalmente no logró.
Periodista
y Analista Político*